Hace 27 años la inseguridad en que se encontraba Bulgaria, así como la pasión por la escalada, motivó a nuestro compatriota Konstantin Zlatev a tomar su mochila y encaminarse con unos 3 000 dólares en el bolsillo hacia su sueño: escalar una de las cumbres rocosas en el parque nacional Yosemite, situado en California.
“MI deseo era quedarme ya que quería continuar escalando y desarrollándome en este ámbito. La escalada allí es muy diferente que la que se practica en cualquier parte de Europa. Las rocas son de granito en el cual hay grietas muy lisas en las cuales uno debe saber cómo pisar. En Europa tenemos rocas de granito y de caliza en aos cuales siempre hay algunos lugares en los cuales uno puede sostenerse”, cuenta el escalador Konstantin Zlatev.
Unas de las primeras personas a las cuales conoció en relación con su pasión posee una empresa para mantenimiento de árboles donde el búlgaro comenzó a trabajar para poder comprar el equipo que necesitaba para sus escaladas. Poco después, sin embargo, se reoriento y abrió un negocio propio.
“Ya que vivía en medio de escaladores fundé una compañía que producía equipos deportivos y de montañismo. Sus primeros prototipos fueron realizados en Bulgaria e importados a los EEUU. Sin embargo, durante este proceso para mí quedó claro que necesitaba de un estudio más detallado dedicado al diseño. Escogí el diseño industrial y durante largo tiempo trabajé como diseñador de tecnologías informática. En un momento participé en proyectos de la NASA y diseñaba satélites para la compañía privada con la cual trabajaba la agencia. Los satélites tenían que grabar y transmitir información a la Tierra durante las 24 horas”.
El búlgaro comenzó a dedicarse al arte a causa de su experiencia en el diseño industrial que no le producía gran placer. Se dedicó a su rama moderna.
Con la llegada de la Covid-19, el arte pasó a ser una de las esferas donde a pandemia se sintió con mayor fuerza y los pedidos disminuyeron drásticamente o cesaron por completo. Era así también para Konstantin quien reconoce que durante más de dos años no recibía ni un solo correo electrónico.
“A pesar de que para nosotros eran duros años desde el punto de vista de las pérdidas que sufrimos en la familia, mi padre murió, así como la madre de mi esposa, estos meses nos dieron la posibilidad de reconsiderar nuestra vida y el rumbo que habíamos tomado. Estábamos atrapados en Paquistán desde donde es mi esposa y durante tres meses no podíamos abandonar el país ya que todo estaba cerrado. Me siento agradecido incluso por ello ya que tuvimos la posibilidad de pasar más tiempo con su familia con la cual antes habíamos pasado solo unos cuantos días.
Llegamos a Bulgaria con el primer vuelo posible y nos alojamos durante 9 meses en la casa de mi padre. Ahora estamos en Gábrovo porque mis pares vivían allí. Dicho en otras palabras, por muy mala que era la Covid-19 para algunas personas, a nosotros nos ayudó a tomar la decisión de trasladarnos a Bulgaria”.
"Casi todo en mi carrera de pintor y escultor comenzó en EEUU", dice para Radio Bulgaria Konstantin Zlatev. Se mostraron interesados en su arte coleccionistas de arte moderno de Nueva York y San Francisco. Hoy sigue creando sus obras en la patria y dirigie mensajes hacia el mundo que arde en guerras y violencia. Como una reacción contra el creciente número de accidentes en los cuales personas jóvenes mueren a consecuencia de tiroteos en lugares públicos en los EEUU, el búlgaro utiliza el arma para hacer algo opuesto a los fines para los cuales fue creado. Así fueron creadas dos flautas hechas de escopetas de caza de dos cañones.
“Estas escopetas que convertí en instalaciones robotizadas son seis y me llevó un año hacerlas y muchos esfuerzos ya que las hago de una manera especial. Las armas poseen un lenguaje muy fuerte y tentador por su el hecho de que son elaboradas de manera perfecta. Cuando desactivo el arma y cambio su función deseo utilizar el mismo lenguaje de perfección para mostrar que podemos esforzarnos por algo diferente. Observo que nosotros, las personas, utilizamos nuestros mejores recursos para crear armas, pero las armas hoy no son tan simples como las armas con las cuales trabajo yo. Las guerras modernas suponen el uso de armas nucleares, mientras que la Guerra Ruso-turca libertadora para Bulgaria, se libraba con armas que permitían que la tierra se labrase unos años después y la vida continuase con normalidad. Una guerra nuclear lo arruinaría todo”.
Fotos: Facebook / Made in Constantine, Structura Gallery, madeinconstantine.com
Versión al español de Hristina Táseva
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