En estos momentos no hay una amenaza directa para Bulgaria a causa del grave deterioro del entorno de seguridad en Oriente Próximo. Esta ha sido la conclusión que ha comunicado a los periodistas el presidente Rumen Radev después de la sesión de tres horas del Consejo Consultivo para la Seguridad Nacional. Radev ha agregado que Bulgaria se suma a los llamamientos de la comunidad internacional de desescalada de la tensión en la región y la no involucración de otros países en el conflicto.

Crece el riesgo de un aumento de los flujos migratorios y de la posibilidad de ataques terroristas, ha sido otra de las concusiones de los líderes de las principales fuerzas políticas, los ministerios interinos y las instituciones responsables de la seguridad. Consideran asimismo que hace falta que continúen los esfuerzos consolidados para la evacuación de los búlgaros de la zona del conflicto, así como la liberación de los rehenes búlgaros en Yemen.

El Consejo Consultivo para la Seguridad Nacional ha dirigido seis recomendaciones hacia el poder Ejecutivo, como la adopción de medidas preventivas, para contrarrestar actos terroristas, custodia adicional de las fronteras, incremento de la cooperación con servicios similares de seguridad, una revisión del Plan Nacional de Prevención del Terrorismo.  

 El Jefe de Estado ha señalado que Bulgaria se encuentra en proximidad a conflictos en el Oriente Próximo y en Ucrania, haciendo hincapié en la inestabilidad de los Balcanes Occidentales.

 “Estamos en el centro de esta amplia región de inestabilidad. Nos aunamos entorno a la postura de que es una tarea principal de la directiva del Estado garantizar la paz en un mundo de un gran dinamismo de los procesos geopolíticos y esto reclama el desarrollo de todos los elementos del sistema de seguridad nacional, los servicios especiales, el Ministerio del Interior, el Ministerio de Defensa, las fuerzas armadas e incluso la industria de defensa. Contamos con sus acciones adecuadas en caso de crisis”, ha declarado el presidente.