Desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado 12 de octubre, día de la expiación, el arrepentimiento y la purificación de los judíos, está estrictamente prohibido beber, comer, viajar fuera de casa y ejercer una serie de otras autocontroles. Hasta el toque de los cuernos del Shofar, los judíos oran para ser escritos nuevamente por Dios en el libro de la vida el año próximo. Cuanto más sinceramente oren y ayunen estrictamente, más seguramente serán escritos en el libro de la vida. Según la creencia, el primer día del año, Rosh Hashaná, que en 2024 se celebró el 2 de octubre, Dios abre tres libros: uno para los pecadores totales, otro para los justos y otro para los intermedios. El destino de los pecadores y los justos se decide inmediatamente, mientras que la decisión sobre el destino de las almas intermedias se pospone hasta el día del juicio terrible, el día de Yom Kipur.