La cuestión de la calidad en la educación preescolar y escolar es crucial para Bulgaria, pero actualmente la Ley de Educación Preescolar y Escolar no incluye ninguna normativa que regule el estándar de calidad en los centros educativos. Por ello el Ministerio de Ciencia y Educación se ha encargado de crear una nueva norma que debería ponerse en marcha en breve. Hace dos años, con el apoyo de la Comisión Europea y de varias organizaciones asociadas, el Ministerio inició el proceso de elaboración de un Marco de Calidad para la Educación y Atención a los Niños en Edad Temprana, para niños de 0 a 7 años*. Este Marco de Calidad estaba basado en las normas europeas. “Fue creado el marco y ahí se detuvo el proceso. Por eso la Comisión Europea encomendó a UNICEF que en el plazo de dos años fuera el ejecutor de un proyecto cuyo objetivo sería mejorar la calidad de la educación y de la atención durante la primera infancia, reforzando la dirección, el seguimiento y la evaluación”, explica María Yankova, directora de Programas de Educación de UNICEF-Bulgaria:

“En estos momentos, en Bulgaria no tenemos unas normas unificadas que garanticen la calidad de la atención y la educación de los niños, porque, aunque no se especifica claramente, en la edad entre 0 y 3 años también hay elementos de educación. El objetivo es haber creado hasta junio de 2026 un concepto de sistema integral de gestión y de evaluación de la calidad en la Educación Infantil, que el Gobierno adopte posteriormente. El reto que se nos presenta en Bulgaria, es que aquí tenemos un sistema de educación y atención infantil dividido o, como decimos nosotros, compartido. Por un lado están las guarderías y salas de cuna (yásli) para los más pequeños, de 0 a 3 años, que son gestionadas por el Ministerio de Sanidad; y por otro lado tenemos los jardines de infancia, para niños entre 3 y 7 años (détska gradina), gestionados por el Ministerio de Educación. 

Con este proyecto pretendemos reunir a estos dos ministerios, así como al Ministerio de Trabajo y Política Social, ya que hay niños que están siendo educados a través de los servicios sociales, donde hay elementos de cuidado y también elementos de enseñanza. Es importante que los tres ministerios se pongan de acuerdo en torno a los objetivos y la visión de lo que necesitamos desarrollar en los niños en esas edades, de modo que posteriormente sean capaces de logros y de resultados positivos”.

María Yankova enumera los cinco componentes principales propuestos por UNICEF y respaldados por el Ministerio de Educación en el Marco para la Educación y Atención de Calidad a los Niños en Edad Temprana. El primero es el criterio de igualdad de acceso de los niños a los centros educativos. Le sigue una evaluación sobre el programa educativo y los resultados en el aprendizaje de los pequeños. En tercer lugar está la formación de especialistas (educadores, profesores) y su desarrollo profesional. A esto le sigue una evaluación de los resultados obtenidos en el trabajo con los niños de cada grupo de edad y, por último, la prestación financiera destinada a la formación para la educación preescolar.

“Cuando hablamos de que necesitamos una formación de calidad y profesores cualificados, no debemos limitarnos a que los profesores tengan un título universitario, sino que debemos determinar si sus cualificaciones se corresponden a las necesidades de los niños a los que van a enseñar”, afirma María Yankova y continúa:

“Si los profesores trabajan in situ con niños de grupos vulnerables, tenemos que comprobar si han recibido la formación específica para poder abordar la enseñanza de forma adecuada a las necesidades de estos niños. Igualmente, si los profesores van a trabajar con niños con necesidades especiales, habría que asegurarse de que la formación que han recibido es específica para ello. Es decir, queremos valorar el efecto que está teniendo toda nuestra inversión en la educación en Bulgaria, y cómo se está reflejando ya esto en los resultados que obtienen los propios niños. Ellos son precisamente el indicador definitivo de la calidad en la educación. Es una pena, pero los estudios internacionales nos señalan la gran descompensación que hay entre la calidad en el aprendizaje de los niños en Bulgaria y los resultados que muestran. Resultados que, desgraciadamente, están empeorando. Es por eso que debemos tener un estándar unificado de calidad, que debe ser flexible para permitirnos mejorar las áreas que sea necesario mejorar, y mantener el buen nivel donde ya se hayan registrado unos resultados positivos”.

Autor: Gergana Mancheva

Versión en español: Alena Markova

Fotos: UNICEF Bulgaria, Gergana Mancheva

* En Bulgaria los niños comienzan la Educación Primaria a la edad de 7 años (N.del T.)