El ministro de Sanidad, Silvi Kirilov, ha ordenado un análisis exhaustivo del marco regulador en el campo de la medicina estética. Paralelamente, han comenzado en todo el país inspecciones extraordinarias de los servicios médicos no regulados en este campo. A esta medida se ha llegado después de que más de 10 mujeres solicitaran atención médica por complicaciones tras inyectarse botox. La persona que les insertó la toxina botulínica no estaba cualificada para ello.

El Ministerio de Sanidad ha declarado que ya se han tomado las medidas necesarias para realizar una importación urgente de antitoxina botulínica ante la falta de disponibilidad de esta en el país. El primer envío ha llegado el 4 de febrero.

En los últimos 10 años se han registrado en Bulgaria un total de 16 casos de botulismo, habiendo necesitado tan sólo una parte de los pacientes la administración de la antitoxina botulínica.