Durante una investigación científica geofísica en el glaciar Condell en la Antártida y cerca de la base búlgara "San Clemente de Ohrid", el físico nuclear Vasil Gurev cayó en una profunda grieta de hielo. Gracias al protocolo de seguridad seguido y al movimiento fuera de la zona base en comunicación alpina, el compañero de Gurev, el asistente de campo Alexander Valchev, logró mantenerlo a una profundidad de dos metros y llevarlo a la superficie.

Así lo anunció el jefe de las expediciones antárticas búlgaras, el profesor Hristo Pimpirev, citado por BTA. "El accidente concluyó sin problemas y demostró la importancia extrema de respetar las normas de seguridad y el trabajo profesional de los equipos. Las investigaciones geofísicas en el glaciar Condell continúan sin interrupción", añadió Pimpirev.