El instituto de la ciudad serbia de Tsaribrod tiene 134 años de historia. Fundado en 1891, cuando la ciudad aún formaba parte del territorio búlgaro, hoy continúa su labor educativa, impartiendo conocimientos a alumnos tanto de origen búlgaro como serbio.
Nada más cruzar el umbral de la escuela, uno queda impresionado por el buen estado del edificio, las renovadas instalaciones deportivas y el magnífico monumento erigido en el patio a los Santos Hermanos Cirilo y Metodio, que son los santos patronos de la escuela.

El director Bratislav Stamenov explica que hace cuatro años se llevó a cabo una renovación completa del instituto, financiada por el Estado serbio con una inversión superior a los dos millones de euros.
“Somos una escuela secundaria, desde 9º hasta 12º grado; un instituto de perfil general con orientación profesional en el ámbito del turismo”, comenta Bratislav Stamenov.
"Desde 2009 hemos reanudado la enseñanza en lengua materna, y actualmente 8 de las 12 clases del instituto reciben su educación íntegramente en búlgaro. Incluso los alumnos que nunca han estudiado búlgaro anteriormente lo aprenden sin dificultades. Estudiamos literatura búlgara, y junto a los clásicos como Iván Vazov, Elin Pelin y Lyuben Karavelov, también analizamos la obra de autores contemporáneos, como Gueorgui Gospodínov.

Contamos con una biblioteca escolar que alberga más de 25 000 títulos, de los cuales más de la mitad están en búlgaro.
Por lo demás, somos una institución estatal bajo el patrocinio del Ministerio de Educación de la República de Serbia, y seguimos el sistema educativo serbio. Aún no disponemos de todos los libros de texto traducidos al búlgaro, pero nos las arreglamos: los profesores traducen las lecciones, lo cual es, sin duda, la parte más difícil de nuestro trabajo."
También nos dirigimos a la biblioteca para averiguar qué leen los alumnos del instituto de Tsaribrod. Allí conocemos a Miodrag Dzhunov, profesor de francés.
Viaja a Tsaribrod dos veces por semana, y el resto del tiempo imparte clases de francés e inglés en la escuela primaria Dušan Radović, situada en la ciudad de Pirot, centro administrativo del municipio al que también pertenece Tsaribrod.
Miodrag también tiene raíces búlgaras en la región de Tsaribrod. Aún no habla con fluidez el búlgaro, por lo que nuestra conversación se desarrolla en serbio. Le preguntamos si a los niños de Tsaribrod les gusta leer y si utilizan la biblioteca.
"Sí, aquí los niños leen. Utilizan sobre todo literatura búlgara y serbia. Es la más demandada, porque es la que necesitan en su día a día escolar. Las más populares son las obras de Iván Vazov e Ivo Andrić".
También nos interesa conocer cuál es la situación del idioma francés en el instituto "Santos Hermanos Cirilo y Metodio" de Tsaribrod.
"Aquí el francés se estudia como segunda lengua extranjera", explica Miodrag Dzhunov. "La primera lengua extranjera es el inglés. Pero también hay alumnos que han optado por estudiar ruso como segunda lengua. Llevo más de once años trabajando aquí. La escuela está muy bien equipada, las aulas han sido renovadas, son modernas y cuentan con tecnología actualizada. También aprovechamos las herramientas de las tecnologías de la información, lo que tiene un impacto muy positivo en la calidad de la educación que reciben los alumnos".

"La mayoría de los graduados siguen estudiando en Bulgaria", comenta el director del instituto, Bratislav Stamenov. "Como parte de la minoría nacional búlgara, tienen la posibilidad de continuar su formación en virtud del Decreto 103 del Consejo de Ministros de Bulgaria, que otorga condiciones preferentes para la solicitud de ingreso de jóvenes de comunidades búlgaras en el extranjero", termina él.
Autor: Krasimir Martinov
Fotos: Krasimir Martinov
Versión al español de Borislav Todorov
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