El renombrado compositor, director de orquesta y folclorista Filip Kutev creó una emblemática síntesis entre el folclore búlgaro y la música clásica. Los inicios se sitúan en 1951, cuando se fundó el Conjunto Estatal de Canciones y Danzas Folclóricas (hoy Conjunto Folclórico Nacional "Filip Kutev"). En marzo de 1952, los artistas aficionados interpretaron uno de sus primeros espectáculos para el público de Sofía. El éxito fue triunfal.
"Los primeros participantes no estaban cualificados", dice el compositor. "Yo había preferido a propósito los talentos no explorados antes. Elegí canciones con letras significativas, bellas melodías y una rica métrica de distintas regiones de Bulgaria. Sacamos la música folclórica del museo y le dimos una nueva vida".
Kutev fue el primero que empezó a procesar la canción folclórica tradicional, conservando la melodía auténtica. Creó docenas de obras maestras que se han convertido en emblemas musicales de Bulgaria en todo el mundo: "Todora se ha acostado", "Eres tulipán, eres jacinto", "Di, Angyo"...
La primera gira del conjunto —a Bélgica— rasgó literalmente el "telón de acero" por el gran interés del público y la prensa.
Una de las reseñas más célebres de una actuación del Conjunto Estatal de Canto y Danza Folclóricos se publicó en The New York Times el 7 de octubre de 1963. Incluso hoy en día, el crítico estadounidense es citado en todas partes cuando exclamó: "Existe el mito de que Orfeo nació donde ahora está Bulgaria. Parece que es un hecho, no un mito, ¡Pues, sus hijas siguen cantando allí!"
"Dragana y el ruiseñor" (una canción de la región de Elin Pelin) pertenece al quinto rollo de arreglos realizados por Kutev para el Conjunto en 1959. La primera cantante que la presentó en el escenario profesional fue Dimitrina Delcheva, del pueblo de Ognyanovo, que está cerca de Elin Pelin. Sin embargo, la forma de cantar lleva las marcas de las tradiciones musicales de la región de Srednogorie Occidental.
La canción cautiva no solo por su hermosa melodía y la refinada armonización de Kutev, sino también por la fuerza narrativa del texto folclórico. Un ruiseñor, seguro de su talento, reta a la dulce Dragana a un "duelo vocal" y le propone una apuesta: si él canta mejor que ella, le cortará el cabello; pero si ella gana, le cortará las alas.
La victoria es de Dragana, y el orgulloso pájaro, ahora humillado, comienza a suplicar con pesar: que le corte las patas en lugar de las alas, pues tiene polluelos y no podrá alimentarlos sin volar.
La voz clara y alegre de Dragana responde con ternura: "Ruiseñor, polluelo, ¡no quiero cortarte nada! Me basta con presumir de haber cantado mejor que tú".
Además de la interpretación a capela, habitual y magistral, de los magníficos cantantes del Conjunto Nacional Folclórico "Filip Kutev", dirigidos por Gueorgui Guenov, también merece la pena descubrir otra versión: clásica e inigualable.
"Soy un hijo de la cultura urbana: quiero oír el sonido de los tranvías, despertarme por la mañana con el ruido de la ciudad", decía en vida el inolvidable director de orquesta búlgaro Vasil Arnaudov. Sin embargo, ello no le impedía sentir profundamente el aliento de las canciones nacidas del folclore. "Eres tulipán, eres jacinto" sigue siendo uno de los puntos culminantes de su arte interpretativo: el suyo propio y el de su creación más preciada, el Coro de Cámara de Sofía "Lyubomir Pipkov".
En la grabación de 1977 de "Dragana y el ruiseñor", las jóvenes del coro de Vasil Arnaudov suenan realmente como un coro celestial de voces angelicales.
Autora: Tsvetána Tóncheva
Versión al español de Borislav Todorov
Foto: bulgarianhistory.org, philipkoutev.com
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