El sector turístico en Bulgaria está en auge en los últimos años, tanto durante la temporada de verano como en la de invierno. Según datos del Ministerio de Turismo, hasta principios de octubre los ciudadanos búlgaros que visitaron destinos turísticos en el país eran un millón 359 mil y los extranjeros que optaron por Bulgaria eran 632 mil personas. 

¿El aumento de los turistas es un hecho, pero se espera que esta tendencia continúe?

“Lo que esperamos de la próxima temporada de invierno es conservar los niveles del año pasado con un leve aumento del 2-3%. Nos atenemos a las cifras del año pasado porque lo que observamos en verano de 2025 es que el turismo adquiere un marco cada vez más estable, es decir vemos cómo los altos resultados de 2022 y 2023, después de la pandemia, ya disminuyen y de números con dos dígitos se convierten en números con un dígito. La situación en Europa hasta el momento nos obliga a ser más cautelosos en las valoraciones”, comenta para Radio Bulgaria el Prof. Rumen Draganov, director del Instituto de Análisis y Valoraciones en el Turismo. 

Las reservas hechas por los turistas para la temporada de invierno hacia la fecha están en los niveles del año pasado: hasta el momento están reservadas el 25% de las plazas en los centros de invierno, teniendo en cuenta que la temporada de esquí comienza tradicionalmente apenas a mediados de diciembre, señaló Draganov. Según las expectativas, en Bulgaria en invierno vendrán más de 2 200 000 turistas y solo una sexta parte de las visitas serán vinculadas a los deportes de invierno: el principal flujo turístico visita el país por otros motivos como visitas a familiares, turismo de negocios o cultural, SPA, wellness y balneológico. 

Además, el turista búlgaro se convierte en el eslabón más importante en el sector: a cada extranjero le corresponden cuatro búlgaros que utilizan servicios turísticos en Bulgaria. Hablando de turistas extranjeros, ellos vienen sobre todo de países vecinos como Rumanía, Serbia, Macedonia del Norte, Turquía, países de la UE. 

Asya Pandzherova propietaria de un hotel de cinco estrellas en Bansko, el mayor centro de invierno en Bulgaria, comenta lo siguiente: 

 “Lo que esperamos es que se conserven los niveles. Desde luego, hablamos de un futuro que no se puede vaticinar, pero me oriento por el interés hacia las reservas para la temporada de invierno y las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Si el año pasado las reservas más intensas comenzaron en la segunda mitad de octubre, este año el proceso comenzó en septiembre y esto indica que los niveles irán creciendo”. 

El gran problema es la falta de cuadros, que es un obstáculo en todos los ámbitos de la economía, pero se siente más en el sector turístico, señala para Radio Bulgaria Ilin Dimitrov, secretario del presidente en turismo, educación y cultura, y ex ministro interino de Turismo. 

“La escasez de cuadros es un problema crónico que se profundiza. Los simples cálculos muestran que a cada 100 personas que están en el mercado de trabajo hay 65 que los sustituyen. Teniendo en cuenta esta preocupante correlación y el aumento de los hoteles en 10 a 20 complejos al año, para mí la única solución es una política estatal agresiva que atraiga a cuadros en el sector”, señala Dimitrov. 

Redactor: Iván Guergov 

Traducido y publicado por Hristina Táseva

Fotos: BTA, archivo, bgtourism.bg