El 26 de octubre de 2025, a las 04:00 h, hora búlgara, retrasamos una hora las manecillas de nuestros relojes.

Esto significa una hora más de sueño pero no elimina el estrés que sufre el organismo como consecuencia del cambio del horario biológico, señalan los científicos. La reducción de las horas de luz puede afectar a nuestro estado de ánimo, y aumentar la ansiedad y los síntomas depresivos en las personas propensas a sufrir trastornos psicológicos. Algunos consejos para hacer frente a los efectos negativos del cambio de horario son aprovechar al máximo las horas de luz, dormir menos siestas durante el día, realizar actividades sociales y utilizar diferentes métodos de relajación.

Podremos disfrutar de nuevo de unos días largos y luminosos en primavera cuando volvamos al horario de verano: el 29 de marzo de 2026, a las 03:00 h de la madrugada.

Autor: Elena Karkalanova

Traducido y publicado por Alena Markova

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