Centenario de la Guerra Balcánica: la historia de la contienda vista a través del objetivo de la cámara fotográfica

¿Cómo podríamos referirnos a un acontecimiento histórico en forma emocionante y perdurable? En la época de lo visual la imagen es un ayudante valioso. Tiene su impacto directo y es fácil de recordar. Seguramente, una buena parte de las fotos recogidas en el libro, recientemente publicado, “La Guerra Balcánica 1912 a 1913, una crónica ilustrada” impresionarán a los aficionados y estudiosos de la historia.

La publicación se dedica al centenario de la I Guerra Balcánica, librada por Bulgaria, Serbia, Grecia y Montenegro contra el imperio otomano, con el fin de liberar territorios poblados predominantemente por población cristiana. El libro ha sido preparado por el pintor Alexander Vuchkov. Mi interés por el pasado no es falto de profesionalismo ya que antes de ingresar en la Academia de Bellas Artes estuve estudiando historia un par de años, dice el artista ante Radio Bulgaria. Su primer libro, hecho público en 1996 fue dedicado a los uniformes que lucían los participantes en la Guerra Balcánica. Fue la primera publicación editada en Bulgaria que se centró íntegramente en los uniformes militares. En 2010 vio la luz su obra voluminosa titulada “Los uniformes militares búlgaros en el período de 1877 a 1945”, o sea, desde la liberación de Bulgaria del poder otomano hasta la instauración en el país de un gobierno procomunista. Mientras tanto se publicaron otras dos obras de Vuchkov relacionadas con las guerras por la unificación nacional de los búlgaros.

¿Cuál es la relación habitual entre texto e ilustración en los libros de Alexander Vuchkov?

Suelo bromear al conversar con amigos que mi enfoque es similar al que se emplea en las revistas, o sea, más o menos, a la mitad ya que como pintor procuro siempre visualizar bien mis estudios, señala. Hay más y es que en nuestros libros sobre historia esto era despreciado durante muchos años y en la práctica la imagen de un acontecimiento histórico, de una guerra, se revelaba en forma unilateral. Creo que la misión de mis libros es hacer determinado acontecimiento histórico más popular y comprensible por un círculo mayor de personas ya que la mayoría de los estudios de peso se encuentran redactados en un estilo científico, no siempre comprensible para los lectores. Esto se consigue por medio de una visualización más atractiva que se apoye en un texto histórico serio.

Suman más de 600 las fotos en la crónica ilustrada de la Guerra Balcánica. Se han utilizado fotos de archivos militares búlgaros, griegos, serbios, montenegrinos, turcos y rumanos. Este abundante material ha recogido aspectos de los preparativos diplomáticos y militares para la guerra, de la movilización del ejército búlgaro, de los voluntarios, del enorme entusiasmo popular por llevar la liberación a los hermanos que seguían bajo el poder otomano. Lógicamente, se ha dedicado atención especial a las hostilidades presentadas en forma cronológica.

Hay un capítulo aparte dedicado a los generales, oficiales y soldados. Está titulado “Los rostros de la guerra, dice Alexander Vuchkov. Han sido presentados tanto los aliados como los adversarios en la contienda y así ha sido colmada una laguna en los estudios de años anteriores cuando no se contaba con información lo suficientemente precisa sobre la participación tanto de nuestros aliados como del Imperio otomano como enemigo en esa guerra. Actualmente ya existen numerosos estudios de científicos de esos países que se pueden aprovechar y en realidad es lo que se ha hecho en este libro. Al final, al hacer el recuento de la guerra se ha enfatizado más en la tragedia humana que aquélla había provocado. Se ha procurado mostrar tanto el heroísmo y el ímpetu de protagonizar hazañas y, al mismo tiempo, poner de relieve también los enormes sufrimientos en esa guerra.

Irradia un vigor increíble una foto en la cual una mujer muy joven aún se encuentra sentada al pie de dos tumbas frescas sujetando en brazos a su pequeño hijo. La foto está recogida del sitio “La Bulgaria perdida” creado por el pintor Peyo Kolev. Mi amigo y colega Peyo acogió con gran entusiasmo la idea de crear esta crónica ilustrada de la guerra balcánica, señala Alexander Vuchkov. Y continúa: Aunque yo sea el redactor y autor de las anotaciones y del texto, se trata, en la práctica, de un producto elaborado en mancomún con el sitio “La Bulgaria perdida” que disfruta de extraordinaria popularidad. La editorial “Biblioteca Universal” también nos ha facilitado un copioso archivo de fotos. Utilizamos asimismo mi archivo personal que estuve recolectando muchos años.

¿Qué valoración le merece a Alexander Vuchkov la guerra balcánica?

Para nosotros, los búlgaros, la guerra balcánica ha sido una proeza. Todo un pueblo se levantó guiado por la idea de la reunificación de la nación búlgara y el resultado fue espectacular. Prácticamente en una quincena de días la pequeña Bulgaria apoyada por sus aliados pero siendo ella participante principal en la contienda, puso de rodillas a un imperio mundial que superaba varias veces y en todos los sentidos a los aliados. Por desgracia aquella primera guerra balcánica concluyó trágicamente en la llamada segunda guerra balcánica, conocida en la historia de Bulgaria como la Guerra Interaliada en la cual Bulgaria tuvo que enfrentarse con sus ex aliados, con Rumanía y el Imperio Otomano. No obstante ello, la primera guerra balcánica fue una hazaña increíble del pueblo búlgaro.

Versión en español por Mijaíl Mijailov
Fotos: Cortesía de la editorial Biblioteca Mundial

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