Un importante equipo búlgaro ha tomado participación en el rodaje y en la realización de la producción cinematográfica “300: El origen de un imperio”. Gran parte de la producción holiwoodiense ha sido realizada en el estudio New Boyana, y parte de la cinta consiste en efectos producidos por ordenador. Los búlgaros participan como figurantes, asistentes de dirección, dobles, maquilladores, especialistas en efectos visuales, técnicos, etc. En la película participan incluso caballos búlgaros.

La obra épica “300: El origen de un imperio” ha encabezado el box-office de Norteamérica y ha reunido ingresos de unos 45 millones de dólares en un fin de semana. En Bulgaria, donde su estreno tuvo lugar el 7 de marzo, la película goza de un gran interés por parte de los espectadores. Esta obra épica sale ocho años después del éxito extraordinario de la cinta original de Zack Snyder. Kurt Johnstad y Zack Zinder son los guionistas de la nueva película, y Noam Murro es su director. Para participar en el rodaje de la película a Bulgaria llegó en su momento la irresistible Eva Green que interpreta el papel de la malvada Artemisa, muy hábil con las armas. Durante su estancia en nuestro país la actriz se ejercitaba cuatro horas al día en el manejo de la espada y el tiro con arco.

La continuación de la épica batalla del puñado de espártanos, al frente con el rey Leonidas, contra el enorme ejército de los persas está llena de tensión y trucos peligrosos. Uno de los momentos más espectaculares son las imágenes de los caballos Singapur y Lipitsa cabalgando. Su dueño es el especialista y acróbata búlgaro, Krasimir Simeonov. Él y sus caballos han participado en las películas Espartaco, Conan, Cesar y Pompea entre otras producciones rodadas en Bulgaria. Singapur es un pura sangre inglés de 23 años de color rojizo y Lipitsa es blanco, de 16 años. Los corceles son criados en el club hípico Kan Asparuh de Sofía y ya tienen una carrera cinematográfica considerable.

Krasimir Simeonov explica que los trucos acrobáticos con caballos son empresa muy arriesgada. Para este fin, él ha entrenado muy bien a sus caballos. “Pasan por fuego y agua”, dice orgulloso el acróbata y refiere que a veces le es más fácil trabajar con sus caballos que con las personas durante los rodajes.

Versión en español por Ruslana Valtcheva