¿Están fundados los recelos del sector turístico búlgaro sobre la fuga de turistas rusos y ucranianos este verano a causa de los acontecimientos en la península de Crimea? ¿O será que se confirmarán las previsiones positivas del Gobierno de interés aumentado por parte de Rusia y Ucrania a nuestros centros turísticos?
Una fuga alarmante de los mercados en cuestión registraron las agencias de turismos búlgaras en víspera de la temporada 2014. Buscan una explicación en los paquetes de vacaciones más caros para los turistas rusos y ucranianos a causa de su moneda devaluada a raíz de los acontecimientos en Crimea. Otra razón que no es menos válida es la fuerte disminución del número de autobuses que viajan de Ucrania y Rusia rumbo a la costa búlgara del mar Negro. Una parte de esas líneas de autobús cruzan las zonas de conflicto y llevan más que nada estudiantes a nuestros campamentos marítimos. Rusia y Ucrania son los principales mercados para el turismo búlgaro y una fuga de turistas tendría un grave efecto negativo sobre el sector. Según datos publicados en los medios de información búlgaros, es exactamente lo que sucede en víspera de la temporada de verano. Las agencias de turismos han anunciado un retraso de las reservas de Ucrania y Rusia sin especificar oficialmente la tasa de la disminución. Extraoficialmente, se habla de una disminución de 10 a 12 % del número de los turistas de dichos mercados.
La situación con el turismo infantil y escolar es aún más alarmante. Pero también faltan datos concretos. Al mismo tiempo, el Ministerio de Economía y Energía pronostica una temporada exitosa y un interés aumentado por parte de Ucrania y Rusia con motivo del visado número 100 000 expedido por la Embajada Búlgara en Moscú a la moscovita de 2 años de edad Oksana Shishkina. El ministerio señala que nuestro turismo va a todo vapor y que de enero a abril de 2014, 1 133 000 turistas han visitado Bulgaria, constituyendo esta cifra un incremento del 4,1 % en comparación con el año pasado.
“Lo más importante es que en Bulgaria quedan en vigor dos tendencias fundamentales. En primer lugar, un incremento en casi todos mercados clave, en segundo lugar, una diversificación enorme – dijo Braniir Botev, viceministro de Economía y Energía. – Así que no estamos atados a un mercado, que, Dios no lo quiera, en caso de problemas, crearía dificultades en el sector. Por ejemplo, el incremento del mercado de Europa occidental y de Europa central oscila entre el 4 y el 11 % lo que significa que la proporción valor – dinero actualmente es competitivo para Bulgaria.”
En breve, esperamos que una eventual fuga de los turistas rusos y ucranianos sería compensada por un flujo de turistas procedentes de otros países. La buena nueva en el sector es la reciente inauguración del destino regular Varna – Estambul. Hasta ahora aviones de las Líneas Aéreas Turcas volaban solo hasta Sofía. La nueva línea regular sirve de un puente internacional que contribuirá al incremento del turismo o por lo menos eso espera el Ministerio de Energía y Economía. Habrá vuelos 4 veces a la semana y el billete de ida y vuelta vale solo 79 euros. A propósito, el aeropuerto de Estambul es un gigante concentrador regional, algo como estación de clasificación de los flujos de pasajeros aéreos para Europa del Este y el Medio Oriente. Así que en un momento nuestra capital marítima podría convertirse en un punto directo de vuelos de Europa Central y Occidental. “Para nosotros esto es un mercado potencial de más de 15 millones visitantes extranjeros”, pronostica el viceministro Botev.
Mientras esperamos que el flujo de 15 millones de turistas nos caiga encima, seguimos tratando de adivinar cómo el conflicto en Ucrania afectaría nuestro sector turístico y sobre todo cómo reaccionará nuestro turismo al ambiente económico imprevisible en víspera de las próximas elecciones anticipadas en Bulgaria.
Versión en español: Ekaterina Bobeva
Fotos: Veneta Nikolova
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