SECTOR ART se ha titulado una muestra nacional de alumnos de las 14 escuelas de artes pertenecientes al Ministerio de Cultura de Bulgaria, que nos ha permitido cerciorarnos una vez más de que Bulgaria es un país de grandes talentos. Los amantes de las artes plásticas y el diseño han podido apreciar obras de educandos de estas escuelas, creadas con mucha inspiración y maestría.

Severina Eneva es alumna de la Escuela Media de artes Aplicadas San Lucas, que en varias ocasiones ha ganado premios en concursos nacionales de desnudos. No obstante, en esta ocasión  ha sido distinguida con el segundo premio en la especialidad de tejido artístico. Su obra se denomina Pensamiento y es tanto tejido como escultura.

“Los humanos somos unos seres muy interesantes, raras veces expresamos lo que pensamos, dice Severina. Lo que he querido reproducir en mi obra ha sido la imagen de los pensamientos en mi cabeza: un entrelazado y un movimiento. Me inspiré en las obras de un autor que sumerge las suyas en el fondo del mar donde las cubren todo tipo de animalillos marítimos. Él me sugirió la línea para revelar la esencia humana y lo misterioso de nuestro fuero interno. Me he centrado en cómo somos por fuera y por dentro, qué queremos expresar y por qué no lo expresamos”.

Para Severina el arte es un sueño; es fuego y anhelo que te mueve a avanzar. Sus intereses son polifacéticos y llegan a abarcar hasta el trabajo en vidrio, pero la joven reconoce que su gran amor es la pintura. “Bulgaria es el sitio en que deseo trabajar. Somos búlgaros y debemos hacer la historia de nuestro país aquí, y no desde algún otro Estado”, dice.

Son particularmente talentosos los educandos de la Escuela Media Profesional de Labranza de la Piedra de  la aldea de Kunino, en el noroeste de Bulgaria. En primer premio en esta categoría recayó en Filip Filipov, alumnos del 9-no grado.

“Llevo dos años estudiando en esta escuela, en la especialidad de escultura. También el año pasado participé en el concurso con un trabajo mío y merecí una mención honrosa. Mi actual trabajo se denomina Amanecer: es un caballo bebiendo agua al amanecer. Está hecho en mármol, un material excepcionalmente duro y frágil a la vez, muy difícil de labrar, pero que a final de cuentas, en tanto sea trabajado bien, permite hacer cosas muy hermosas”.

Es segundo premio en la categoría de escultura fue otorgado a Ilia Evdenkov, de esa misma Escuela Media Profesional de Labranza de la Piedra. Es un capitel de columna que el joven hizo en calcita.

Ilia y Filip se proponen estudiar en la Academia de Artes Plásticas de Sofía. Cabe mencionar que la escuela de la aldea de Kuninó es conocida por el hecho de que sus discípulos consiguen trabajo con facilidad tanto en Bulgaria como en otros países.

He aquí el comentario del catedrático Bozhidar Yobnov, destacado artista plástico búlgaro, que comenta sus impresiones del trabajo de los jóvenes:

“Me han impresionado porque todos esos chicos ingresan luego en la Academia Nacional de Artes Plásticas. Creo que tienen gran potencial y que la academia puede estar tranquila porque esta exposición ha demostrado que contamos con inagotables talentos. Lo mejor es que tienen la oportunidad de desarrollar su capacidad no solo en la capital sino también en escuelas de arte por todo el país”.

¿Podrán tener una digna realización profesional un día?

“Es la cuestión más importante. Creo que el arte implica mucha tenacidad, paciencia y entrega. Siempre digo a mis estudiantes que no es lo mismo estar en el estudio trabajando para uno mismo con el ánimo de verter el alma en una obra, que trabajar cumpliendo pedidos. Son dos cosas muy diferentes. Es muy importante crear algo, pero los es también saber cómo venderlo. A veces en el mercado se comercializan obras de deficiente calidad artística, mientras obras de excepcional talento juntan polvo en los estudios. La mercadotecnia de obras de arte es una materia muy complicada. Creo que en todo el mundo es así, y que en el exterior es incluso más difícil trabajar y vender porque hay mayor competencia”.