La pequeña villa de Étropole, distante 81 km de Sofía, impresiona por sus bien conservadas casas del Renacimiento Nacional búlgaro (siglos XVIII–XIX). Algunas han sido convertidas en atractivos hoteles familiares y ofrecen muy buenas condiciones para unas vacaciones en medio de la hermosa naturaleza de la Cordillera Balcánica.
Uno de los atractivos de la villa es la torre del reloj, del año 1787, situada en su centro. Tiene 20 metros de altura y es construida de canto rodado y travertino. Originalmente fue concebida como una torre de defensa pero un siglo más tarde fue transformada en reloj del pueblo.
En el pasado, Étropole tenía fama de importante centro artesanal. En el local Museo de Historia, incluido en la lista de los 100 sitios de interés turístico nacionales, los visitantes pueden ver utensilios para el hogar manufacturados por los antiguos maestros artesanos. El edificio mismo del museo es un monumento arquitectónico. Erigido en 1853, inicialmente fue destinado a servir de konak, la palabra turca para ayuntamiento. Después de la liberación de Bulgaria del dominio otomano en 1878, albergó la Alcaldía, el Consejo Municipal, y desde 1968 se convirtió en Museo de Historia. Su conservadora,
Taña Dénova, ofrece más información sobre Étropole y la rica colección del museo.
“El patrimonio cultural e histórico de la región y de la villa de Étropole se exhibe en 10 salas de exposición. Los primeros pobladores de Étropole fueron los tracios, que se asentaron aquí en los siglos VII–VI a. C. Hay varias hipótesis sobre el origen del nombre del pueblo. Según una de ellas, es derivado del vocablo tracio “etropara” que significa río rápido. Otra hipótesis lo relaciona con la palabra búlgara antigua “untropole”, o sea campo interno, cerrado. Étropole se sitúa en las principales vías antiguas que conectaban el norte de Bulgaria y el río Danubio con Tracia y Macedonia. Esto determinó la prosperidad económica de la villa en el pasado. Diversos utensilios para el hogar y alhajas muestran la vida de los tracios en nuestras tierras. Durante el Primero (680 – 1018) y el Segundo (1185 – 1396) Reino, Étropole fue uno de los principales centros de abastecimiento del Estado búlgaro de hierro, cobre y oro. Más tarde, en los siglos XV–XVII la población se convirtió en centro de la minería y el procesamiento del metal. Durante el Renacimiento Nacional aquí florecieron 42 oficios como la orfebrería, calderería, cerrajería, etc. En la sala central del museo presentamos la maestría artística de la mujer búlgara así como su sentido de la belleza. La exposición contiene trajes autóctonos de la región, como la gizia, típica prenda de jóvenes desposadas y solteras de la ciudad, el traje cotidiano femenino sukmán, como también vestimenta masculina. En el pasado Étropole fue un importante centro espiritual y de ilustración. En la sala de exposiciones en la segunda planta hay obras de la Escuela de Arte Caligráfico de Étropole del siglo XVII”.
Entre los sitios de interés turístico de Étropole esta también la Casa Arnaúdov, del año 1850, transformada en museo. Antaño perteneció al comerciante local Nikolcho Arnaúdov. Actualmente, es visitada por muchos turistas deseosos de familiarizarse con el arreglo de la típica casa renacentista de Étropole.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Archivo
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