Esta semana nos referiremos en esta serie de materiales a una de las causas que condujeron a la dimisión del Gobierno del primer ministro, Jean Videnov. Se trata de las quiebras bancarias en cadena.
Paralelamente a la crisis de los cereales, que se desató en 1995, en 1996 se inició la devaluación de la moneda nacional búlgara y la inflación se fue elevando. En medio de esa deteriorada situación económica, el 23 de septiembre de 1996, el Banco Nacional de Bulgaria anunció su decisión de colocar bajo supervisión especial a nueve bancos comerciales. ”Hay que tener en cuenta que las entidades que siguen operando son sanas y que nosotros las apoyaremos”, señalaron en aquella ocasión miembros de la Junta Directiva del Banco Nacional.
Las nueve entidades bancarias supervisadas fueron dejadas, sin embargo, a quebrar y en las bancarrotas se esfumaron ahorros de los búlgaros por valor de varios miles de millones de euros. Años más tarde, Jean Videnov, citado como testigo en una causa relacionada con la quiebra de un banco explica el tornado bancario desatado durante su gobierno, en los siguientes términos: “Los problemas en la banca búlgara en el período de 1995 a 1996 se deben a varios factores: la reanudación del pago de la deuda externa a finales de 1994, la participación de algunos bancos en campañas electorales y el descontento generalizado con respecto al sistema bancario en aquel momento. Eran prioridad nuestra los bancos y las empresas del sector público. De los bancos privados se ocupaba la Junta Directiva del Banco Nacional de Bulgaria”. En aquella declaración Videnov “se olvidaba”, para su comodidad, de otro factor para la crisis bancaria: la política económica promovida por su gobierno, formulada cínicamente por Kliment Vuchev, entonces ministro de Industria, quien exhortaba manifiestamente a las empresas estatales a no devolver los créditos que habían cobrado de los bancos.
A la pregunta de cuántos fueron los bancos amenazados de quiebras en la primavera de 1996, el financista Emil Jursev responde:
“Toda entidad financiera se encuentra siempre amenazada por una quiebra, siempre y cuando el equilibrio financiero del país esté gravemente perturbado. La respuesta a esta pregunta dependerá de multitud de factores como, por ejemplo, la política del Banco Nacional para refinanciar y apuntalar el sistema bancario. Mucho más amenazadas que los bancos son las instituciones financieras no bancarias de las cuales, a consecuencia del pánico creado, la gente retira masivamente sus depósitos”.
Por la ineptitud del primer ministro y su Gabinete de solventar la crisis en la banca, por la inflación desenfrenada y el grave déficit de víveres básicos para la población que hacía recordar la hambruna en el “invierno de Lukanov”,o sea, el invierno 1990 a 1991, durante el segundo gobierno de Andrei Lukanov, se volvieron cada vez más potentes los clamores incluso dentro del propio Partido Socialista, que reclamaban la dimisión del Gobierno. El 4 de noviembre de 1996, 19 integrantes de la cúpula del PS redactaron una carta abierta en la cual exigían la dimisión del primer ministro y en el Congreso extraordinario del PS el 21 de diciembre, Videnov presentó su dimisión. Una semana después, el 28 de diciembre, la Asamblea Nacional puso fin a la gestión de su Gabinete.
A pesar de las protestas multitudinarias, el PS se empecinaba en formar un nuevo Gabinete. El 8 de enero de 1997 fue propuesto para primer ministro, Nikolay Dobrev. Zhelio Zhelev, entonces presidente de Bulgaria, una decena de días antes de entregar su puesto a su sucesor, Petar Stoyanov, se negó a entregar mandato al PS para la formación de un nuevo Gobierno pese a que, por Constitución, tenía la obligación de hacerlo. La oposición convocó una huelga general y organizó una concentración de protesta delante del Parlamento de Bulgaria. La sede de éste estaba sitiada, mientras la policía trataba de dispersar a los ciudadanos en protesta. En esta situación, el 28 de enero de 1997, el nuevo presidente de la Nación, Petar Stoyanov, otorgó formalmente mandato para formar Gobierno al PS, pero en su primer mensaje al pueblo llamó al Partido Socialista a desistir de ese derecho suyo:
“Señoras y señores, queridos compatriotas, me imaginaba de otra forma mi primer mensaje a Vds. Me lo imaginaba más solemne, más optimista. Sin embargo, todos Vds. saben que hoy Bulgaria atraviesa por una dura crisis política, y para colmo, la hiperinflación llama a nuestra puerta. Necesitamos de una inmediata estabilización política y financiera para sobrevivir y, junto con esto, acometer las inaplazables reformas. Por esto propongo a las fuerzas políticas y a los ciudadanos de Bulgaria una salida de la crisis desastrosa para el pueblo búlgaro. Las fuerzas democráticas unidas deben mostrarse comprensivas y retornar provisionalmente al Parlamento. Los diputados izquierdistas también deben recorrer el camino que les corresponde recorrer y, antes, en nombre de la concordia nacional, desistir de su mandato, el mandato que recibirán de mí”.
El 4 de febrero de 1997 llegaba a prevalecer el sentido común y el PSB devolvía el mandato para formar Gobierno, ya que todo el mundo veía bien claro que si el Partido Socialista seguía en el poder provocaría una explosión de la paz social. Con la mediación de Petar Stoyanov, las fuerzas políticas suscribieron un acuerdo para celebrar elecciones parlamentarias anticipadas en abril de 1997.
Aquello le permitió al presidente de Bulgaria nombrar un gobierno interino al frente con Stefan Sofianski, como primer ministro. Este Gobierno provisional debía preparar las elecciones, revelar ante el pueblo las escalas verdaderas del desastre económico y frenar el saqueo del país. Así, una de las primeras resoluciones de ese Gobierno fue la de implementar en Bulgaria un Consejo de Control Monetario. El mandato de ese Gobierno interino era concebido como un paso hacia el subsiguiente Gobierno legítimo del país y por esta razón el Fondo Monetario Internacional accedió a negociar con el mismo. El 1 de julio de 1997, en virtud de una ley especial, la moneda nacional búlgara, la leva, quedaba anclada al marco alemán. Junto con ello el Gobierno iniciaba la materialización de un programa tendente a la adhesión de Bulgaria a la OTAN y conseguía acordar y recibir 40 millones de dólares para la adquisición de Polonia de los cereales, semillas y medicamentos indispensables para el país.
A pesar de su corto mandato, el Gobierno interino contribuyó en gran medida a la tranquilización y la normalización de la situación en Bulgaria. Las elecciones parlamentarias de abril de 1997 de las cuales emergían triunfantes las Fuerzas Democráticas Unidas pusieron fin a uno de los períodos más precarios en la historia política moderna de Bulgaria y fijaron definitivamente el rumbo de Bulgaria a su integración euroatlántica.
En cuanto a las quiebras de los bancos en 1996, sólo diremos que, a pesar de la multitud de las causas penales incoadas, no ha habido hasta la fecha ninguna persona sentenciada a cualquier condena.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Archivo
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