Al oeste de Smolyan, la ciudad más grande en el macizo Ródope, distante a unos 240 km de la capital Sofía, se sitúa la Reserva de Soskovcheto, uno de los lugares de Bulgaria donde la naturaleza resguarda especies animales y vegetales en peligro de extinción.

En el área protegida, que cubre unas 175 hectáreas, se puede ver la delicada Haberlea rhodopensis, conocida asimismo como “Flor de Orfeo”, y también el Lilium rhodopeum, una especie de planta con flor de la familia de las liliáceas, endémica de los montes Ródope, que florece en agosto. Siempre en esa misma reserva hay un lugar donde se pueden ver en vivo salamandras. Con muy gran probabilidad los visitantes pueden topar con algún urogallo, rebeco, corzo y oso. Antes de ser construido el sendero ecológico, denominado El Cañón de las Cascadas, la Reserva de Soskovcheto había sido inaccesible pero en la actualidad todo su mundo forestal está al alcance de los amantes de la naturaleza silvestre.

La ruta para paseo por el parque, marcada con letreros y señalización especial, no es de las más fáciles, especialmente para quienes no están acostumbrados a trepar por senderos escarpados, y dura casi cuatro horas. El sendero, con un desnivel de alrededor de 700 metros, serpentea a través del cañón del río Soskovchanski dol entre rocas volcánicas de riolita que la gente local ha llamado “las piedras ordenadas”.

Tras haber resistido al impacto constante del agua, las rocas han ido formando poco a poco espectaculares vertientes de agua que posteriormente dieron nombre al sendero ecológico de la reserva, El Cañón de las Cascadas.

El sendero sigue la corriente del río permitiendo de esta manera a los turistas contemplar las hermosas corrientes de agua cayendo por los umbrales rocosos. En la zona han sido censadas sobre 46 cascadas de las que se pueden ver apenas 10. Más pintorescas y exuberantes son las cascadas en primavera, cuando la nieve se derrite y el río se vuelve caudaloso. Los nombres de los saltos de agua más impresionantes que bordea el sendero ecológico están señalados con letreros. La primera cascada se llama Rópkata (en español, El Hueco). Se denomina así porque el agua ha hecho un hoyo en la roca donde cae. Siguen Kazánite (Los Calderos), donde el agua de la sierra pareciera caer en recipientes profundos para brotar, más arriba por el sendero, a través de la cascada de Sartseto (El Corazón). Siguen, hacia lo alto, las pequeñas terrazas de Kaskádite (Las Cascadas).

El torrente del más grande de los saltos desciende desde 68 metros de altura y ostenta el nombre de Orfeo, el cantante tracio que, según la leyenda, vivió en las místicas montañas Ródope.

Los pequeños puentes de madera, sobre los que la ruta cruza de una orilla a otra del impetuoso río, ofrecen a los turistas la oportunidad de apreciar el hermoso espectáculo del agua y fotografiarlo desde todos los ángulos posibles.

Las zonas más escarpadas están aseguradas con cuerdas y barandillas. Hay también letreros que señalan el camino hacia los tres miradores con vistas panorámicas hacia toda la localidad. El más bello del trío está en el punto más alto de la ruta, a 1800 m sobre el nivel del mar, y, en días claros, desde allí se abren vistas magníficas hacia las formas suaves de los Ródope, y la mirada alcanza hasta Grecia, país con el que Bulgaria limita al sur.

Versión en español por Daniela Radíchkova

Fotos: Darina Grigórova y archivo