Se cumplen en 2019, 110 años del nacimiento de Mita Stoycheva, famosa cantante tradicional búlgara del norte del país. Hasta hoy en día no dejan de circular leyendas sobre su voz, llena de emoción, que fue fascinando a quienes la escuchaban en los programas de Radio Nacional o presenciaban sus conciertos en el podio. Sabido es que la cantante se mantuvo durante años formando parte del conjunto “Canción nuestra” y actuando en giras con éste junto con sus colegas, de igual popularidad: Boris Mashalov, Boris Karlov, Lalka Pavlova, Masha Belmustakova, Magda Pusdhkarova, entre otros. Transcurrirá bajo el 110º aniversario de su natalicio la nueva edición de la competición nacional de canto tradicional “Canta la oropéndola” que lleva el nombre de la homónima canción de Stoycheva, organizado en la aldea natal de la cantante, Obedinenie. Es anfitriona de esta fiesta de la canción tradicional la casa de cultura pueblerina que ostenta el nombre de “Mita Stoycheva-1900” en señal de reconocimiento y respeto por el arte de la famosa cantante del norte de Bulgaria.
Snezhanka Yordanova, pariente de la afamada cantante y secretaria de la casa de cultura de la aldea de Obedinenie expresa: La competición nacional de canto tradicional “Canta la oropéndola” se celebrará este año desde el 31 de mayo hasta el 2 de junio. Hasta ahora se han apuntado más de 2800 participantes. Sólo los niños suman más de un centenar. El programa de competición está previsto para el 1 de junio y en ese día se inician también los conciertos de gala de nuestros invitados: el conjunto “Trakia”, los estudiantes de la Universidad de Medicina de Plovdiv, numerosos intérpretes que han triunfado en esta competición a través de los años, los conjuntos de nuestra aldea adscrito a la casa de cultura, el cuarteto “Slaveyche” (ruiseñor en español) de la escuela de nuestra aldea. Mi abuela había hecho en vida un árbol genealógico de nuestra familia. Resultó que ella y Mita Stoycheva eran primas hermanas. Mi abuela solía contarme toda clase de sucesos jocosos de sus visitas. A mi abuelo le agradaba empinar el codo. Se fue en una ocasión a Sofía. Se tomó allá unas copas pero luego se extravió en la gran ciudad. Mientras iba por las calles, al cruzarse con la gente, no dejaba de preguntar: ”¿Dónde vive Mita Ganiova?” Estaba enterado de que Mita era una persona conocida y se creía que alguien podría indicarle el camino a su casa. La gente, sin embargo, conocía a la cantante por su apellido de Stoycheva. Mi recuerdo sobre ella es bastante vago. Mi hija canta canciones de Mita Stoycheva. En este competición es obligada la interpretación de un tema de la cantante. Yo vivo totalmente pendiente de este festival y absorta en él. Una semana escasa después de su clausura ya vuelvo a pensar sobre lo que haría en la competición siguiente.
Es inapreciable el patrimonio que representan las canciones que nos ha legado Mita Stoycheva. Se trata de temas seleccionados con gran aprecio y gusto por sus letras y de una dedicación total al estilo interpretativo característico para el norte de Bulgaria. La infancia de Mita Stoycheva cruzó por la natural “escuela folclórica” que le ofrecía el entorno rural por sus tertulias y veladas pueblerinas.
El primer reconocimiento a su talento se produjo tras su participación, en 1939, en la feria agropecuaria en la ciudad de Veliko Tirnovo, en la que en la competición de canto quedó distinguida con el primer premio. Luego tuvo otro galardón de estas características, en 1940, en la localidad de Pordim en la región de Pleven. En aquel mismo año fue invitada a hacer registros, por la discográfica ”Mikrofon” que editó 60 canciones de Mita Stoycheva en discos de vinilo. El interés de todo el pueblo de Bulgaria y su fama de cantante los consiguió Mita en 1942 a raíz de sus actuaciones en vivo ante el micrófono de Radio Nacional. En 1947 pasó a ser colaboradora regular de esta emisora y su voz iba despertando la admiración de los oyentes en todo el país. Contribuyeron a la extraordinaria popularidad de la cantante también sus reuniones directas con sus admiradores durante los conciertos que iba ofreciendo a lo largo y ancho del país. Se llegaron a interesar por el repertorio de Mita Stoycheva asimismo algunos de los mayores expertos en el ámbito del folclore búlgaro. En 1953 el escritor Iván Vasilev editó una antología, que recogía letras de canciones de Mita Stoycheva con el título de “Arrullando están las palomas grises”. La cantante donó unas 360 canciones al Instituto de Musicología de la Academia de Ciencias de Bulgaria, después de que éstas fueran grabadas y notadas por la folclorista Elena Stoin. El 1953 la voz de Mita Stoycheva fue grabada en un disco, editado por el sello discográfico estadounidense “Columbia”, en el marco de la serie titulada “Biblioteca mundial de la música folclórica auténtica”. Suman más de 400 los registros de Mita Stoycheva guardados en el fondo de Radio Nacional de Bulgaria y son todos ellos un orgullo para la cultura nacional.
Versión en español por Mijail Mijailov
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