El año a punto de concluir será recordado por los procesos intrincados, tensos y contradictorios en los poderes ejecutivo, judicial y legislativo de Bulgaria, algunos de los cuales no han arribado a un desenlace.

En el período de las elecciones europeas, a finales de mayo, el Gobierno se vio zarandeado por acusaciones de que integrantes de éste habrían adquirido bienes inmuebles a precios escandalosamente bajos. A consecuencia de aquel escándalo tuvieron que abandonar el escenario político nacional figuras clave del poder. Tsvetan Tsvetanov, segundo por su importancia en la jerarquía del partido GERB, abandonó el Parlamento y. luego, todos los puestos que había ocupado en el citado partido. Pese a las aseveraciones de no haber infringido la ley, por transacciones con bienes inmuebles se tuvieron que ir asimismo Tsetska Tsacheva, ministra de Justicia, Rumen Porozhanov, ministro de Agricultura, Delyan Dobrev, jefe de la Comisión para la Energía, del Parlamento de Bulgaria.

Independientemente del desatado escándalo inmobiliario, el partido GERB triunfó en las elecciones al Parlamento Europeo y no se volvieron realidad los augurios de elecciones anticipadas en Bulgaria. No obstante, los resultados electorales más flojos de dos de las formaciones integrantes de la coalición nacionalista de los Patriotas Unidos,-el Frente Nacional por la Salvación de Bulgaria y el partido Ataka-, aceleraron los procesos de desintegración en el seno del llamado socio pequeño en la coalición gobernante. El partido VMRO, fuerza motriz de la coalición nacionalista, tuvo buen comportamiento en los comicios pero la suma de sus resultados electorales resultó inferior al porcentaje de los electores que habían votado al Movimiento por Derechos y Libertades, hecho que asignó a este movimiento el tercer puesto, sólo precedido por el GERBV y el Partido Socialista Búlgaro.

No cuajaron tampoco los augurios de un fracaso del partido GERB en los comicios municipales. Al término de la segunda vuelta de éstos, a comienzos de noviembre, se vio que el GERB seguía siendo fuerza primordial no sólo en el poder central sino también a nivel municipal. Por cierto, este partido perdió puestos de alcaldes en una parte de las cabeceras de provincias pero donde esto ocurrió el GERB se quedó, en cambio, en el primer puesto por el número de concejales, por lo que la pérdida fue bastante relativa. La coalición de los Patriotas Unidos consiguió en las elecciones municipales resultados análogos a los logrados en las elecciones europeas Obtuvo una presencia palpable en el poder local únicamente el partido VMRO, en tanto que el frente Nacional por la Salvación de Bulgaria y el partido Ataka tuvieron resultados insatisfactorios. El Movimiento por Derechos y Libertades, el gran rival de los nacionalistas, no sólo consiguió incrementar el número de sus alcaldes y concejales sino que también logró extender su presencia geográfica allende las regiones de una elevada concentración de turcos étnicos.

El Partido Socialista Búlgaro-BSP, por sus siglas en búlgaro-asegura que tanto en las elecciones europeas como en las municipales ha mejorado sus resultados desde el punto de vista de los votos copados. Sin embargo, es prácticamente inviable que esta mejora sea capaz de transformar al BSP de partido opositor en fuerza política gobernante. Hay más y es que este partido se encuentra en un proceso de dolorosa división intestina, A lo doloroso de este proceso ha aludido en su valoración incluso Serguéi Stanishev, ex líder del BSP y actual presidente del PSE, quien ha señalado que el BSP “se GERBeriza” y, de una fuerza democrática pasa a ser una fuerza populista en la que quien la preside impone su voluntad personal al resto de la militancia.

Los procesos de desintegración en el seno de la coalición de los Patriotas Unidos no justificaron los temores a tal desintegración también de la coalición gobernante. A finales de 2019 el partido GERB persiste como primera fuerza política en el Parlamento, con 95 escaños, seguida por “ BSP por Bulgaria”, con 79 y el Movimiento por Derechos y Libertades, con 25 escaños. Los 21 escaños que tienen los Patriotas Unidos y los 95 del partido GERB le garantizan a la coalición gobernante 116 votos en el Parlamento, y para la mayoría simple de su gobierno sólo le faltan 5, que podrían ser trasegados de los 25 escaños del Movimiento por Derechos y Libertades, los 12 del partido Volya y los 8 de los diputados independientes.

La intención de voto registrada por la agencia “Market Links” en sondeo demoscópico efectuado en la primera decena de diciembre de 2019, pone de relieve que el partido GERB es primera fuerza política en Bulgaria, con un 18,2 %, seguida por el BSP, con un 16%.De celebrarse hoy elecciones parlamentarias en Bulgaria, votaría al Movimiento por Derechos y Libertades un 7,3% de los electores, un 4,9% lo haría a favor de la “Bulgaria Democrática”, y un 4,3% apoyaría a los Patriotas Unidos. El partido” Volya” tendría una tenue posibilidad, con un respaldo electoral de apenas un 1,2%, de seguir siendo un partido parlamentario de representación independiente.

Según la agencia “Market Links” si se celebraran hoy elecciones parlamentarias en Bulgaria, el partido hipotético “No hay tal país” del animador de televisión Slavi Trifonov, al que le fue denegada registración, contaría con el potencial de convertirse en tercera fuerza, con un 7,8% de respaldo. Esto viene a ser la enésima prueba de que el estatus quo arraigado en Bulgaria, sólo podría alterado con la existencia de una alternativa política real que en 2019 ha brillado por su ausencia.. Resulta arduo predecir que tal alternativa pueda cobrar cuerpo en 2020.

Versión en español por Mijail Mijailov