Los problemas relacionados con el agua en Bulgaria se van volviendo cada vez más arduos y graves. En este país con una población inferior a los 7 millones, 315 000 habitantes se encuentran afectados por cortes de agua. Existen deficiencias en el suministro de agua en 17 provincias, 40 municipios, 12 ciudades, 160 aldeas. Además de la ciudad de Pernik, sufren graves cortes de agua las ciudades de Lovech, Téteven, Pleven, Dobrich, Kotel, Omurtag, entre otras.

Bulgaria es, en principio, un país en que el agua no es abundante pese a no ser un país árido sino más bien montañoso. Últimamente, empero, se vienen sintiendo con fuerza cada vez mayor los cambios climáticos, acompañados de inundaciones y seguías persistentes, que perturban el abastecimiento normal y uniforme de agua a la población. Bulgaria ocupa en Europa el segundo puesto, sólo precedida por Islandia, por el número de sus manantiales termales pero una buena parte de éstos no están aptos para la explotación y, prácticamente, no desempeñan papel alguno en el balance hídrico del país.

La situación no hubiera sido tan alarmante si las fugas de agua de las tuberías de los acueductos no hubiesen sido tan importantes. Estas pérdidas ascienden, al año, a 500 millones de metros cúbicos al representar un 56% de este recurso natural de importancia vital y de por sí gratuito. Así lo ha calculado el Instituto Nacional de Estadística. Las fugas no se reducen sino que no dejan de aumentar cada año que pasa, en tanto que en Europa están siendo consideradas con aceptables las pérdidas del orden de un 20%.La situación más dramática se registra en Pernik, ciudad vecina a Sofía y cabecera de provincia.Allá hay agua sólo unas pocas horas de las 24, la gente se abastece llenando bidones de agua al intentar superar la crisis de agua que ha forzado a las autoridades a declarar estado de emergencia en esa localidad. La represa de la que Pernik se abastece de agua se encuentra casi vacía, se buscan nuevas fuentes de agua pero, de momento, la situación sigue siendo realmente de emergencia.

El Gobierno ha asignado urgentemente a esa ciudad y a su región la cuantía adicional de 17 millones de euros para la toma de medidas extraordinarias e inaplazables para combatir la crisis. Sin embargo, es evidente que unos 17 millones no podrán zanjar los problemas relacionados con el agua en todo el país y que urgen inversiones más cuantiosas en las instalaciones de suministro de agua, en las que, en realidad, estriba la causa fundamental por la escasez de agua potable. Si Bulgaria fuera mejorando sus instalaciones de acueductos y alcantarillados al ritmo actual, se necesitarían 35 años para que los búlgaros lleguen a disfrutar de un servicio de calidad, considera el Banco Mundial, institución que ha confeccionado la estrategia hídrica para Bulgaria. Para que Bulgaria resuelva los problemas relacionados con la depuración de las aguas residuales, reduzca las perdidas y aumente la calidad, deberá en los próximos 10 años invertir en el sector de Acueductos y Alcantarillados casi 12 000 millones de euros, señalan los banqueros del Banco Mundial.

Ha aportado su granito de arena a la solución del problema también el primer ministro de Bulgaria, Boyko Borisov, quien ha lanzado la idea, a simple vista bastante exótica, de nacionalizar todas las sociedades de suministro de agua y formar una empresa estatal nacional que abastezca de agua potable a la población de todo el país. Por su parte el opositor Partido Socialista Búlgaro, BSP, por sus siglas en búlgaro, ha amenazado con una moción de censura al premier y a su Ejecutivo.

De momento se puede valorar como un paso efectivo hacia la solución de los problemas causados por la falta de dinero para la inversión, únicamente el alza generalizada del precio del agua, desde el 1 de enero de 2020, en hasta un 9%, en función de las distintas ciudades y regiones del país. Los impugnadores de esta decisión alegarán que sube el precio de algo que no está y, hasta cierto punto, estarán en lo cierto.

Según Diana Kovacheva, defensora del pueblo, la subida del precio del agua incluso en Pernik, ciudad que sufre un severo corte de agua, es injusto para los ciudadanos. Es que es injusto que uno pague más por algo que no usa no por su propia voluntad sino porque no se le suministra.

El problema presenta asimismo otro aspecto de peso al que apuntan sucesos con, literalmente, fecha de hoy. Resulta que, amén de la grave escasez de agua, ha habido abusos de ésta por parte de centrales hidroeléctricas de Bulgaria. Es indicativo de la gravedad de este asunto el propio hecho de la intervención personal del primer ministro Boyko Borisov, quien ha ordenado a Desislava Taneva, ministra de Agricultura, averiguar las denuncias de que la central hidroeléctrica Bebresh se habría excedido en el uso de los volúmenes de agua que tenía autorizados por parte de la Dirección Nacional de Recursos Hídricos.

Cabe decir, por lo demás, que los búlgaros, de principio, no son de los mayores consumidores de agua. El consumo medio diario de agua potable en los hogares búlgaros en 2018 fue calculado en 99 litros per cápita, cifra idéntica a la calculada en 2017. Quienes más agua consumen son los vecinos de Sofía, 126 litros diarios per cápita, y los habitantes de Blagoevgrad, con 117 litros diarios per cápita, y los de menor consumo de agua son los habitantes de Targoviste, 69 litros diarios per cápita, y de Sliven, con 70 litros diarios per cápita. Conviene señalar, a título de comparación, que el consumo diario de agua per cápita supera, en Francia, los 170 litros, es, en Suiza, de 160 litros, y de 149 litros en Reino Unido.

Versión en español por Mijail Mijailov