“Bulgaria se ha despertado y el pueblo ha salido a protestar contra la mafia y la oligarquía, pero ¿por qué Europa no ha despertado aún?”. Es la pregunta que se está haciendo la gente que protesta en Bulgaria. Los manifestantes llevan ya más de dos meses exigiendo la dimisión del Gobierno liderado por el primer ministro Boyko Borisov y del fiscal general, Iván Gueshev, enfatizando en que la protesta no tiene líderes concretos, sino que es una expresión del descontento cívico acumulado en los años de la Transición. Entre los contestatarios hay numerosos búlgaros de buena formación y cualificación obtenida en el extranjero.
“La reputación de la Unión Europea como garante de la supremacía de la ley está en juego por su imposibilidad de reaccionar frente a la crisis por la corrupción en Bulgaria”, ha señalado Jristo Ivanov, líder del movimiento político Sí, Bulgaria, en una entrevista con la publicación Político. Desde esta tribuna, Ivanov, que es uno de los rostros principales de las protestas en Bulgaria, insiste en que Bruselas y Berlín carguen con la responsabilidad por haber dejado el sistema de Justicia y de otras instituciones clave de Bulgaria en manos de la mafia oligárquica. La revista cita, además, sus palabras de que la Comisión Europea, que debería ser garante del Tratado de Lisboa, “cierra intencionadamente los ojos ante lo que está ocurriendo en Bulgaria”, pese a que los fondos europeos son la presa más suculenta para la mafia en el país.
Sin embargo, con la declaración hecha en esta prestigiosa publicación europea no se ha de agotar la atención hacia los problemas de largos años en Bulgaria, estima el editor Manol Peykov. Opina que el saqueo de Bulgaria se ha ido produciendo con el tácito beneplácito de Europa y, como editor y periodista, se fija sobre todo en la situación política y mediática en el país. Provocado por la falta de atención hacia Bulgaria por parte de los medios europeos, Peykov ha enviado un correo electrónico a su rotativo predilecto, el británico The Guardian. El editor insiste en que este medio informativo, que tiene fama de ser uno de los más prestigiosos y objetivos en Europa y el mundo, apuntale a la gente en Bulgaria que lucha por la libertad y objetividad de los medios informativos.
“Sigo y respaldo a The Guardian desde hace más de una década. Encuentro, sin embargo, que sus reportajes desde Bulgaria son penosamente escasos. Me pregunto: ¿en qué momento exactamente han perdido ustedes a Bulgaria en su mapa mental? ¿Quizás Bulgaria sea un país demasiado pequeño? ¿O demasiado normal y corriente para ustedes? ¿Un país excesivamente periférico o carente de interés?”, pregunta Manol Peykov en su mensaje al renombrado periódico.
Radio Bulgaria se puso en contacto con Manol Peykov para conocer otros de los motivos que le impulsaran a escribir estas líneas.
“Toda persona elige los canales de información de los que fiarse y tenerlos por interesantes. En la última decena de años he ido intentando leer The New York Times y The Washington Post, pero para mí The Guardian sigue siendo el periódico de referencia para la mentalidad liberal, no sólo en Europa sino en el resto del mundo. También abono una suma, aunque simbólica, para leer sus artículos en Internet. En este sentido, el que el tema de Bulgaria brille por su ausencia en los temas de este periódico nos da muchísima pena. Somos muchos los búlgaros que nos estamos informando de allá, buscando sus análisis, ya que en la prensa búlgara resulta muy arduo poder toparte con algo un tanto distinto, al margen de la información básica. Necesitamos de secciones en que se hagan comentarios, se den análisis, para que uno pueda arribar a la esencia de las cosas. Una persona que lea la prensa internacional y se informe en inglés leyendo los escritos que publica The Guardian no podrá entender jamás la situación real ni por qué esa gente en Bulgaria se ha volcado a las calles y por qué exige a la vez la dimisión del primer ministro y el fiscal general, y qué les replica el primer ministro. Lo que verá es una foto instantánea, sin la posibilidad de entender por esos escritos cuál es el horizonte ante lo que está pasando en Bulgaria. Es indispensable que existan el interés y la comprensión de que Bulgaria importa, de que esta porción del mundo es una parte de Europa. Es un elemento de peso del puzzle global. Es por esto que les envío mi mensaje electrónico”.
El editor búlgaro no espera una respuesta por escrito a su pregunta, pero espera que más búlgaros recurran a las instituciones y medios europeos para que Bulgaria emerja de la niebla informativa. Tales acciones, dirigidas a la sede de la Unión Cristianodemócrata en Berlín y a la misión de la Comisión Europea en Viena ya han sido emprendidas por búlgaros en el extranjero, solidarizados con las acciones de protesta en Bulgaria.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BGNES, Facebook / Manol Peykov, Festival Literario Internacional de Sofía
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