La vida de Efrem Chuchkov, uno de los numerosos héroes casi olvidados de la historia de Bulgaria, se desarrolló como una película. La evoca su bisnieto Yávor Chuchkov, quien se puso en contacto con Radio Bulgaria con motivo del sesquicentenario del natalicio de su ancestro, que había ofrendado su vida por la libertad de Macedonia.
"Pero vayamos primero a aclarar el concepto de macedonio, puesto que yo al igual que cientos de miles de compatriotas nuestros, soy macedonio. Este gentilicio siempre ha significado y designado a un búlgaro de la región geográfica de Macedonia. Desde luego, mi bisabuelo también fue un búlgaro de Macedonia −dice Yávor Chuchkov y agrega− : Macedonia estuvo bajo el yugo turco hasta el año 1913, en tanto que Bulgaria fue liberada por Rusia en 1878. Se trata de unos 35 años complementarios de “horrores sin fin”, como llegó a llamar aquel período Dame Grúev, correligionario de mi bisabuelo. Efrem Chuchkov luchó contra el yugo turco en Macedonia. A comienzos de 1898, pasó a ser el primer voivoda del Instituto de la Guerrilla de la VMORO, la Organización Revolucionaria Interna de Macedonia y Edirne –posteriormente transformada en VMRO– , fundado por Gotse Delchev”.
Una de las razones por las que el nombre de Efrem Chuchkov estuviera sumido en el olvido, según su bisnieto, es que él actuaba básicamente en forma clandestina y no tuvo tiempo de dictar unas memorias que le hicieran notorio para las generaciones posteriores. Fue, además, un hombre muy modesto, aunque, a la vez, intransigente, pragmático y antojadizo. Fue gracias a estos rasgos suyos como consiguió rescatar las armas de los guerrilleros de VMORO.
“Después del golpe de los Jóvenes Turcos en 1908, Yane Sandanski ordenó a los destacamentos guerrilleros entregar sus armas a los Jóvenes Turcos, embaucado por las engañosas promesas de éstos de que concederían derechos a Macedonia. Enfrem Chuchkov, empero, zanjó: ”¡No, esto no lo vamos a hacer!”. Fue recogiendo las armas de sus destacamentos guerrilleros y acabó almacenándolas en un lugar secreto. Porque, ¿qué clase de revolucionario y luchador sería uno sin armas?”, cuenta el bisnieto de Efrem Chuchkov.
Durante la Guerra de los Balcanes de 1912, con su destacamento de varios cientos de guerrilleros, Efrem Chuchkov liberó las localidades de Stip, Kočani y la región de Stip, haciendo prisioneros a cientos de soldados turcos. Enterado de que el ejército serbio se iba dirigiendo a Stip, Chuchkov decretó un poder búlgaro improvisado y decidió engañar a los serbios al enviar a gente de su entorno al Reino de Bulgaria, que traería de regreso 300 uniforme militares búlgaros en los que se enfundarían los búlgaros de la comarca. Así los serbios se vieron forzados a frenar su ofensiva, pues desde las colinas vecinas divisaban con sus prismáticos a personas que lucían uniformes con los distintivos del ejército búlgaro paseando por la ciudad.
Para hacer más verosímil el engaño, el voivoda les remitió una “notificación” en la que se expresaba que en Stip habían entrado unidades militares regulares búlgaras y que se había establecido una comandancia militar búlgara. Para “legalizar” aquel documento, Chuchkov caldeó una moneda de plata búlgara con la que oprimió el papel contra su firma. De este modo, la notificación al mando serbio traía una especie de sello, un tanto borroso, que no obstante cumplió su cometido.
Mientras tanto, el fogoso voivoda mandó una petición a los gobernantes búlgaros reclamando el envío de tropas regulares del ejército búlgaro en forma de refuerzos y así frustrar la ocupación de la comarca por los serbios. Pero la respuesta llegada desde el Reino de Bulgaria fue: “No les enviaremos ni un solo soldado. ¡Envíen de inmediato sus destacamentos de guerrilleros a tomar Constantinopla!”.
El bisnieto de Efrem Chuchkov está convencido de que durante la Guerra de los Balcanes, los gobernantes habían embaucado al pueblo búlgaro con la falsa promesa de querer liberar a Macedonia. ”Fue así como los búlgaros, en masa y aunados, se plantearon liberar a sus hermanos. El objetivo que se proponía el poder, empero, era muy distinto y apuntaba a la toma de las ciudades de Salónica, Edirne y Constantinopla”.
Al término de la Primera Guerra Mundial, Macedonia fue ocupada por Serbia. Fiel a la causa que regía su vida, Chuchkov se negó a aceptar altos cargos en el Reino de Bulgaria y con su destacamento de guerrilleros se dedicó a combatir contra la ocupación serbia de Macedonia. Desgraciadamente, después de una sucesión de combates desiguales contra las tropas de gran superioridad numérica del ejército serbio, Efrem Chuchkov sufrió varias heridas graves. Enfermo y abatido por las adversidades de la vida, moriría en Sofía el 1 de octubre de 1923.
Hoy en día, a Efrem Chuchkov se le conoce muy poco en Bulgaria. Pese a que hay en la capital de Bulgaria una calle que ostenta su nombre, su biografía sigue casi ignorada por los búlgaros contemporáneos.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: archivo de Yávor Cuchkov
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