La presidencia croata del Consejo de la Unión Europea (UE) logró a comienzos de 2020 reanudar la política de integración de los Balcanes Occidentales. Ocurrió tras quedar aceptadas las condiciones de Francia de reversibilidad de las negociaciones al ajustarse, ya al comienzo, los países candidatos a las normas para la primacía de la ley. La Comisión Europea anunció como prioridad el comienzo de negociaciones de adhesión con la República de Macedonia del Norte (RMN) y Albania. Bulgaria celebró este hecho y vinculó el proceso con el logro de resultados palpables por parte de RMN en el cumplimiento del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación suscrito entre los dos países en 2017. Con respecto a Albania se declaró que se vigilaría la protección de los derechos de la minoría étnica búlgara en ese país.

La Presidencia alemana del Consejo de la UE reclamó que las negociaciones con RMN se acometieran para finales de 2020. En junio, la UE avisaba que no mediaría en el diálogo entre Bulgaria y RMN y que las relaciones de buena vecindad y la cooperación regional seguían siendo elementos sustanciales del proceso de ampliación. Se cifraban grandes expectativas en que la presidencia conjunta búlgaro−macedonia del Proceso de Berlín fuera a generar un clima favorable a la solución del caso, pero la conferencia de los líderes del formato en Sofía en noviembre culminó con la firma de una declaración sobre la creación de un Mercado Regional Común en los Balcanes Occidentales y de otra, sobre la Agenda Verde. No se consiguió avance en las relaciones búlgaro−macedonias y en diciembre Bulgaria impuso su veto al comienzo técnico de la integración.

La entrevista de Radio Bulgaria con Spas Tashev, investigador y experto para la zona de los Balcanes, gira en torno al balance de la integración europea de los Balcanes Occidentales en 2020.

“Los países candidatos han de ajustarse asimismo a determinados criterios de afiliación. Es obvio que todavía distan mucho de haberse ajustado a estos criterios −señala el experto− . Ni siquiera Serbia, que lleva más de ocho años negociando con la Unión Europea, ha sido capaz de abrir nuevos capítulos. El resto, como Bosnia−Herzegovina y Kosovo, están aún más rezagados. Hay que irse preparando para un proceso largo, que residirá primero en hacer los preparativos para entablar negociaciones y luego en mantener las negociaciones en sí. En este año a punto de concluir, bajo el pretexto de que se celebraban comicios en la República de Macedonia del Norte, la Comisión Mixta sobre Temas Históricos Controvertidos por parte macedonia adujo encontrarse aguardando mandato para continuar las negociaciones. Un año quedaba así perdido. Las próximas elecciones en Bulgaria serán otra tabla más de salvación a la que se agarrarán en Skopie para aplazar la reanudación de las conversaciones. Es un hecho el que se continúan conculcando los derechos humanos de los ciudadanos de la República de Macedonia del Norte, que pese a las represalias han conservado su conciencia étnica búlgara. Creo que cuando estos hechos lleguen a ser del conocimiento de nuestros socios comunitarios, éstos ya pensarán dos veces si respaldarán a Skopie a la ligera”.

¿Hay una jugada útil? Bulgaria debe buscar un aliado al presentar su tesis sobre el caso de la integración europea de la RMN, y tal aliado son, en primer lugar, los ciudadanos de ésta, considera Spas Tashev y agrega:

”He vivido en Skopie durante cuatro años. En la República de Macedonia del Norte hay una acumulación de múltiples capas en la conciencia étnica, incluso existe una crisis de identidad. Mucha gente se está preguntando sobre cuáles son también los mensajes de Bulgaria, que, aunque no siendo bien acogidos, al menos despiertan interés. En cualquier caso, Bulgaria debe reforzar su actividad en el seno de la comunidad búlgara en la República de Macedonia del Norte y entre los descendientes de la rancia emigración búlgaro−macedonia en los Estados Unidos y Canadá. Hay que contribuir asimismo a que en la República de Macedonia del Norte se formen medios informativos objetivos y controlados por la sociedad civil, sin noticias falsas”.

En las negociaciones con la UE, Albania se mantiene asociada a RMN. ¿Podrá esto ser alterado?

“Creo que la primera señala al respecto llegó desde Sofía, cuando las autoridades búlgaras manifestaron que Albania reunía los requisitos, en tanto que Skopie no acababa de cumplirlos. Por esto Bulgaria ha dicho “sí” a Albania y “no” a la República de Macedonia del Norte para el comienzo de las negociaciones. Hay que prestar atención al factor albanés en los Balcanes, que no es uniforme. Existe una distinción importante en la influencia política de Tirana y la de la ex Yugoslavia. La clave de la estabilidad en la región reside en la integración de Bulgaria, la República de Macedonia del Norte y Albania, es decir, de los países a lo largo del corredor europeo número 8, pero acatándose mutuamente nuestros intereses comunes”.

¿Qué es lo que define el desarrollo de la integración europea de Serbia: la falta de reformas o bien el problema relacionado con Kosovo?

“El problema de Kosovo pesa como fardo muy duro para los políticos serbios −comenta Spas Tashev− . Resultará muy arduo que los serbios rompan sus lazos emocionales con Kosovo. Desde este punto de vista, los procesos en Serbia y en la República de Macedonia del Norte, como países herederos del espacio post−yugoslavo, son similares. En ambos países, hemos visto a las elites políticas manifestar deseos de ingresar en la Unión Europea, pero en la práctica se vio que están actuando en un sentido completamente distinto”.

¿Cuál sería el peor escenario para los Balcanes Occidentales en 2021?

“El peor escenario es el de una política búlgara de pasividad que vaya tras de los acontecimientos y no genere conocimientos políticos −resume el analista− . El propósito de la política exterior búlgara no debería ser aislar a la República de Macedonia del Norte de un proceso negociador de integración, sino más bien propiciar condiciones en que se pueda iniciar el proceso de negociaciones, atendiendo al mismo tiempo el logro de nuestros intereses nacionales“.

Versión en español de Mijail Mijailov