Una de las fiestas eclesiásticas y tradicionales más antiguas: el Bautismo de Jesús o Epifanía, en Bulgaria también se denomina Yordánovden o Día de Jordán, por el nombre del sagrado río Jordán,en el que Juan el Bautista bautizó a Cristo.
La idea de la consagración del agua y la fe en su poder purificador y renovador reúne lo cristiano y lo folclórico en la culminación de la festividad, cuando el sacerdote arroja la cruz al río, a un lago u otro estanque de agua. Se considera que después de este rito el agua se consagra,y que la persona que saque la cruz del agua gozará de salud y bienestar durante todo el año. Por eso, cuando el padre lanza la cruz al agua helada, hombres de todas las edades saltan a las aguas gélidas para sacarla. El primero en alcanzar el crucifijo lo devuelve al sacerdote y es bendecido por él.
En los últimos años, en Bulgaria ha cobrado gran popularidad la tradición que se practica en la ciudad de Kalófer, en el sur del país. El 6 de enero, los hombres de esa bella localidad, ubicada al pie de las laderas meridionales de la Cordillera de los Balcanes, vestidos de trajes típicos entran en las aguas gélidas del río Tundzha para interpretar la ronda típica masculina al son del tambor y la gaita.
Este año, empero, a causa de la pandemia, el evento ha sido cancelado oficialmente, pero el rito religioso se celebrará en todas partes del país.
La víspera de Epifanía o de Yordánovden es la última cena incensada. Al igual que el Día de san Ignacio y en Nochebuena, los platos son magros. En la mesa se sirven pan, vino, judías, “niños” envueltos en hojas de repollo ácido o de parra con relleno de trigo bulgur, nueces y mijo y se inciensan.
Según la creencia popular, a la medianoche el cielo se abre y todo se ilumina, los animales comienzan a hablar con voz humana y la gente puede pedir cualquier cosa. Si es una persona justa, su deseo se cumplirá.
Yordánovden también es el primero de una serie de festividades durante las que se realiza la purificación con el agua, por lo que también se le suele llamar Vodítsi, vocablo derivado de vodá, la palabra búlgara por agua,o Fiestas del Agua Masculinas. Al día siguiente, 7 de enero, se celebran las Fiestas del Agua Femeninas e Ivánovden o Día de san Juan, etc.
En Epifanía terminan los llamados Días Impuros o “no bautizados”, un periodo peligroso de Navidad a Epifanía, en el que, según la creencia pagana, dominaban las fuerzas oscuras del mal. También se levantan varias prohibiciones observadas durante estos días.
En Yordánovden celebran su onomástica todos quienes llevan los nombres de Yordán y Yordanka, así como algún nombre derivado o relacionado con el agua como, por ejemplo, Bistra (es decir cristalina) o derivado o relacionado con Dios como Bozhidar y Bozhidara (regalo de Dios), Bogdan y Bogdana (diosdado y diosdada), Bogolub y Bogoluba (el o la que ama a Dios), Bogomil (amado por Dios), etc.
Este año también se ha respetado la tradición a pesar de las informaciones previas de que la ronda se cancelaría a causa de las medidas antiepidémicas. El rito religioso de arrojar la cruz al agua tendrá lugar en todo el país, acatándose las prohibiciones de acumulación de gran número de personas.
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