El intérprete de gadulka, Rosen Guenkov, es un impresionante músico del arte folclórico búlgaro actual. Nació en Sofía y desde niño conoce las canciones y las melodías típicas de la región de los shopes. La música de los shopes se convirtió en inicio, base e inspiración de su desarrollo artístico. La preparación teórica y práctica en la Escuela Nacional de Artes Folclóricas en Shiroka Laka, en el macizo Ródope, le abrieron nuevos horizontes para llegar a dominar todo el patrimonio folclórico nacional y las peculiaridades técnicas de su instrumento, la gadulka. Se remontan a este periodo sus intentos de hacer arreglos de canciones y melodías folclóricas y de rondas típicas, joró. La trayectoria profesional de Rosen Guenkov está vinculada con los conjuntos folclóricos Filip Kutev, Pirin y el Conjunto del Ejército Búlgaro. Este recorrido profesional lo condujo a la Orquesta de Música Popular de Radio Nacional de Bulgaria, donde se desempeña como concertino durante tres décadas ya.
En 2021 este renombrado músico celebra su 60 aniversario. La fiesta, como de costumbre, es motivo de hacer un balance y recordar emocionantes momentos de su vida musical.
Continué mi formación musical en Shiroka Laka, donde teníamos excelentes profesores. Pasábamos horas y horas tocando y aprendíamos uno del otro. Los directores de la escuela nos habían prometido tocar por la noche y eso era lo que hacíamos. Mi padre trabajaba en el sector del turismo y siendo todavía alumno tuve la posibilidad de tocar en restaurantes y hacer de suplente cuando un músico estaba ausente. En el conjunto aprendí la música que acompañaba los distintos bailes. El repertorio del grupo en que tocaba era muy variado, sabíamos todo de memoria y nuestras actuaciones eran muy reclamadas. Toqué en otras formaciones, no podría enumerarlas pero guardo excelentes lazos de amistad con mis colegas”.
“Con colegas míos de la Orquesta de la Radio habíamos establecido relaciones muy estrechas con descendientes de la comunidad búlgara en Hungría, vástagos de los jardineros de antaño que trabajaron en ese país. Ellos tienen centro cultural, aman Bulgaria, tienen conjuntos folclóricos y guardan las tradiciones búlgaras. Era una experiencia sin parangón. Me alegro mucho de que hoy en día tengamos una joven generación integrada por colegas de gran talento, de excelente formación como músicos. A lo largo de los años me he dado cuenta de que lo más importante para un músico folclórico es conservar el estilo de su región. Apenas entonces puede permitirse experimentar y conocer en profundidad el resto de las regiones folclóricas. Lo importante es que sigan vivas las raíces de la tradición porque el folclore es nuestra historia y nuestro futuro!”
Versión en español por Hristina Táseva
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