El 20 de julio, la Iglesia ortodoxa rinde homenaje al profeta del Antiguo Testamento Elías, descendiente de Aarón. El pueblo búlgaro llama a esta festividad Ilínden, o sea Día de Elías, y a san Elías se le venera como uno de los santos del granizo. En la noción popular el santo es el señor de los elementos celestiales estivales y dueño de los truenos y los relámpagos, por eso, en diferentes zonas del país se le llama Tronador, Retumbador, Ensordecedor, etc.
En los cuentos folklóricos, el santo tiene un carruaje de fuego en el que persigue al dragón que se come los trigales, lanzando sobre él sus flechas de fuego, los rayos. Quizás esta noción se asocia al milagro de su ida del mundo terrenal, descrito en su hagiografía, según la cual un carruaje de fuego apareció y se llevó al santo al cielo con vida.
De los poderes sobrenaturales de san Elías se canta en una bella canción del repertorio de Daniel Spasov y Milén Ivanov.
“Oye, Elías, viejo santo Elías,
¿Cuándo tronarás y retumbarás?”, reza un extracto de la canción, que se titula “Viejo santo Elías”.
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