Con numerosos eventos en el país y entre las comunidades búlgaras en el extranjero, el 11 de mayo se celebra la memoria de los santos hermanos de Tesalónica Constantino-Cirilo y Metodio. Los dos desarrollaron su brillante actividad en el siglo IX. Los llamamos ilustradores eslavos porque iluminaron a los pueblos eslavos creando el alfabeto glagolítico para el idioma eslavo. Su trabajo, que comenzó con la misión en la Gran Moravia, fue continuado y desarrollado con éxito por sus alumnos entre los eslavos búlgaros. Poco a poco, la nueva escritura y la literatura se extendieron entre otros pueblos eslavos, mediante el nuevo alfabeto cirílico. Así, por primera vez, oficialmente con la bendición del Papa romano y de las demás Iglesias locales, fue superado el dogma de predicar el cristianismo solamente en latín, griego y hebreo antiguo.

Desde la época del Renacimiento búlgaro, antes de que se hubiera restaurado la independencia del Estado búlgaro, el 11 de mayo se celebra como fiesta nacional de la literatura y educación búlagras.

El Papa Juan Pablo II proclamó en 1980 a los Santos Cirilo y Metodio protectores celestiales de Europa, y merdiante la encíclica "Slavorum Apostoli" su obra fue declarada un puente espiritual entre las tradiciones culturales y religiosas de Europa del Este y del Occidente.