Sin duda la Asunción de la Virgen es la más querida y venerada fiesta cristiana de verano. Está dedicada a la Asunción de la Virgen María y se celebra tanto por los cristianos ortodoxos como por los católicos y por otras confesiones cristianas el 15 de agosto, según el estilo Gregoriano y el 28 de agosto, según el Juliano. Según las Santas Escrituras en este día la madre de Dios abandonaba este mundo a los 64 años de edad.

La fiesta se celebra con gran solemnidad ya que glorifica el encuentro entre la Madre de Dios y su hijo, Jesucristo.

Este día es fiesta patronal de un gran número de iglesias y monasterios. Una de éstas es la iglesia metropolitana de la ciudad de Samokov, construida hace más de tres siglos. Atrae a los visitantes por su espaciosidad, la atmósfera espiritual, la arquitectura sin parangón y sobre todo con los exquisitos tallados en madera que se aprecian en el iconostasio de nogal, cuya parte central fue elaborada por maestros del Santo Monte Atos a finales del siglo XVIII.

Durante tres decenios y medio el templo fue una sede espiritual del eparquía de Samokov, que estaba conformada por 23 metropolitanos.

Un testimonio de la larga historia del templo Asunción de la Virgen es el diario de la iglesia que comienza desde el año 1757. Esta crónica recoge relevantes acontecimientos de los cuales nos cuenta el padre Mijail Kolev, responsable del templo.

“A principios del siglo XVIII, en 1711, el entonces metopolitano Nectario llevó a cabo obras de reconstrucción y restauración de una pequeña iglesia que existía en ese lugar”, cuenta en una entrevista para Radio Bulgaria el padre Mijail. En aquella época Bulgaria se encontraba bajo el dominio otomano y estaba prohibida la construcción de iglesias en los pueblos, por lo cual la iglesia era pequeña y excavada en la tierra. Casi 100 años después, a propuesta de uno de los metropolitanos de Samokov de aquel entonces el templo fue construido en su aspecto actual, como una iglesia de una nave, y en los 30 a 40 años posteriores las obras de construcción continuaron en la parte norte y sur, y aparte del trono central consagrado a la Virgen María, fueron construidos otros dos que se consagraron al protector celestial de los búlgaros san Juan de Rila y al santo mártir Caralampio”.

El padre Mijail nos cuenta que la veneración el pueblo hacia el curandero ortodoxo no es algo casual. A principios del siglo XIX azotaron a Samokov dos epidemias de peste y los vecinos de la ciudad pidieron la ayuda de san Caralamio. Le consagraron el trono de la iglesia y trajeron sus santas reliquias del santo Monte Atos. La epidemia pasó en un periodo muy breve.

La notable historia de Asunción de la Virgen guarda el recuerdo de las guerras de liberación y autocefalia en las cuales los vecinos de Samokov participaron muy activamente.

“Allí fueron echados los cimientos de la enseñanza compartida (los alumnos mayores de edad daban clases a los menores) y se gestó la idea de crear la primera escuela teológica acreditada de Rila y Samokov, antes de la Liberación de Bulgaria. En estos momentos el templo metropolitano en Samokov seguía siendo un centro de unidad y espiritualidad. Conservaba la memoria religiosa e histórica y vivía con el espíritu de los tiempos modernos divulgando la ilustración espiritual. Era el lugar donde los vecinos de Samokov y los huéspedes de la ciudad dirigían sus oraciones hacia Dios”.

A mediados de agosto creyentes de toda Bulgaria se reúnen para homenajear a la madre de Dios, especialmente durante su fiesta patronal Asunción de la Virgen.

“La fiesta comienza el día anterior, durante la misa vespertina solemne en la cual se entrelazan una bellas oraciones y canciones con motivo del sepulcro de la Virgen. Se parece a la misa con motivo del Viernes Santo. Se saca el sudario de la Virgen, se organiza una procesión alrededor del templo durante la cual se reúnen todos los representantes del clero en la ciudad. Al día siguiente se oficia el servicio festivo seguido por un sermón. Termina con la consagración del kurbán que se reparte entre todos los fieles que han acudido al templo. La fiesta de la Asunción de la Virgen es un día sumamente amado y por esto son muchas personas que dirigen sus oraciones de la Madre de Dios. El gran número de sonrisas, la alegría y la emoción que genera esta fiesta de verano pueden ser sentidos por todos”.

Por Darina Grigorova

Versión al español de Hristina Táseva