Los datos del censo realizado en Bulgaria en 2021 mostraron que en el país viven 654.547 personas con una discapacidad parcial o permanente demostrada. De ellas, 22.248 son niños y 632.299 son personas mayores de 16 años. Hay 578.517 personas con una discapacidad superior al 50%, de las cuales 19.907 son menores de 16 años. No existe una estadística precisa sobre los niños búlgaros que tienen necesidades educativas especiales.

La película "El país de las rosas", dirigida por Lyubomir Milanov, pretende llamar la atención de los espectadores sobre los problemas de los niños discapacitados, sobre aquellos niños que fueron abandonados por sus padres o que viven en centros de tipo familiar en diferentes lugares del país. Aunque este tema siempre sea de actualidad, sigue habiendo muchas familias, incluso familias afectadas, en las que el tema de la discapacidad ha sido durante mucho tiempo un tabú, y en que hay sólo un pequeño círculo de personas cercanas que conocen la situación. Por desgracia, en esto el tema de la discapacidad se parece mucho al de la violencia doméstica, cuyas víctimas no dejan de aumentar en el territorio de Bulgaria.

“La película no trata tanto de los niños que fueron privados del cuidado de sus padres, sino de niños que padecen una determinada enfermedad, como el síndrome de Down, parálisis cerebral, etc., y de todas las dificultades que experimentan los padres de esos niños”, dice el director en una entrevista para Radio Bulgaria. “Nuestra idea era que la película fuese una especie de prevención, y promover el mensaje de que ante la menor duda, es importante ir a pedir una opinión experta. Existen maneras de gestionar estas circunstancias y de hacer la vida de los padres más fácil, ya que una parálisis cerebral o un autismo implican dificultades de comunicación". 

"La mayoría de la gente no quiere comunicarse con estos niños y los rechaza. En una hora de película hemos intentado recoger el mayor número de historias que todos vivimos personalmente. No fue una tarea fácil. Por desgracia, no teníamos recursos para hacerla un poco más larga pero creo que en una hora conseguiremos captar la atención del público, y que este se mantendrá interesado hasta el final".

Lyubomir recaudó los fondos para el proyecto con un préstamo y con una subvención de 10.000 levas, que le otorgó el Ayuntamiento de Elin Pelin.

Milanov conoce bien las dificultades y las necesidades de los niños cuyas historias relata porque, además de guionista y director, también trabaja en el Centro para jóvenes discapacitados del municipio.

La mayoría de los actores que aparecen en la película participan en ella de forma gratuita, y Lyubomir agradece enormemente el apoyo recibido por parte de los populares cantantes Orlin Pavlov, Lyubo Kirov y Vladimir Ampov - Grafa, quienes donaron su canción "Juntos" (Záedno) para que formara parte de la banda sonora de la película.

Son muchas las escuelas de todo el país que ya han expresado su interés en que “La tierra de las rosas” sea proyectada para sus alumnos. Así que Lyubomir espera que en otoño esta idea se haga realidad para que pueda llegar a la mayor cantidad de personas posible, ya que muchos no se dan cuenta de lo que significa realmente criar a un niño, rechazado por los demás.

En la ciudad de Elin Pelin, nuestro interlocutor es el fundador de la escuela “Búlgaros” (Bálgari), donde enseña a niños, adolescentes y adultos:

"La creamos hace 2 años y poco a poco ha ido creciendo. Ahora es gratuita para los niños del Centro de acogida de tipo familiar, del centro de día para niños discapacitados, y también para todos los niños del municipio que deseen venir. No sé si llegarán a ser actores o no, pero la idea de esta escuela es que se conviertan en buenas personas. Actuar es una profesión difícil pero tengo la esperanza de que podamos ayudarles de más maneras. Hoy en día la profesión de actor es bastante arriesgada y difícil, así que nosotros les enseñamos todo el proceso: cómo se escribe un guión, qué hacen el productor y el director, cómo se trabaja con la iluminación, el trabajo de sonido, etc".

Lyubomir Milanov también tiene experiencia como director en el extranjero. Vivió en España durante 18 años, y allí rodó una película con actores españoles y emigrantes búlgaros. También dio clases durante siete años en la escuela dominical búlgara San Juan de Rila, en Madrid. En la comunicación con los alumnos fue donde empezó a tomar consciencia de que echaba de menos Bulgaria, y fue eso lo que finalmente le motivó a embarcarse en el viaje de vuelta.

Autor: Yoan Kolev

Versión en español: Alena Markova

Fotos: Facebook/ Lubo Milanov