El verano puede ser inolvidable no solo con unas vacaciones junto al mar, sino también con un paseo por las playas salvajes del Danubio. Cada una de las ciudades situadas a orillas del gran río tiene su propio lugar donde uno puede colocar una sombrilla y pisar las finas arenas fluviales. El verano en el Danubio promete ser aún más emocionante si no se mira el río desde la orilla, sino que uno se sumerge literalmente en él.
Todo lo que necesita para ello son remos, una barca y un buen equipo fotográfico.
Ahora bien, si se es un turista que no conoce el río, es buena idea pedir ayuda a los lugareños. En solo un día le revelarán muchos "secretos del río" que ni siquiera sabía que existían.
La tercera isla más grande del tramo búlgaro del Danubio se llama Vardim.Su nombre deriva del pueblo cercano. Es curioso que alrededor de la isla de Vardim se forme un gran sedimento, que cada año se encuentra en un lugar diferente y se acerca a nuestra costa o se desplaza hacia la costa de Rumanía. Encontrarlo es un reto, por lo que todos los años organizamos excursiones en kayak a las llamadas "islas Vardim", dice en una entrevista para "Radio Bulgaria" el asistente jefe Radoslav Yordanov, que además de ser profesor en la Academia de Economía de Svishtov, es uno de los mayores aficionados y expertos en todo lo que ocurre cerca del Danubio. "Hay mucha vida en el río, sobre todo en la isla de Vardim", dice Radoslav Yordanov y continúa:
"Lo que se puede ver en Vardim y las islas vecinas son muchas aves. Sobre todo desde mediados de verano hasta finales de otoño y en invierno, hay muchos pelícanos, cisnes y cormoranes en estos arenales y en los cabos de las islas. Hemos intentado capturar castores con trampas fotográficas, pero en el proceso, hemos capturado todo tipo de otros animales.
El lugar donde viven los castores es muy salvaje y está justo en medio del río. Es lo que llamamos 'la isla de los castores'. Está formada por sauces jóvenes y es una especie de 'comedor' para los castores. Para demostrar que son animales inofensivos, colocamos trampas fotográficas en la 'isla de los castores' y en otros lugares a lo largo del río. Nuestro objetivo es conocer a estos animales, ver lo que hacen en libertad. El mejor vídeo es el de una madre con su cría. Se les ve saltar y jugar juntas. Es un espectáculo muy dulce y poca gente en Bulgaria ha visto castores en persona."
"Es un placer pasear por la arena del río, y deambular por estos parajes fluviales es una verdadera aventura, incluso para una sola persona", dice Radoslav Yordanov, y añade que a lo largo del Danubio hay lugares donde se puede contemplar el amanecer, la puesta de sol y dar la bienvenida a la primera mañana de julio. Solo que ciudades como Nikopol, Belene y Svishtov siguen esperando el momento en que más turistas de Bulgaria y del extranjero las descubran como destino veraniego.
"Antes Svishtov era una ciudad comercial, hoy es un centro universitario. En el futuro, esta ciudad también puede convertirse en un destino turístico muy agradable, siempre que se preste más atención a las oportunidades que brinda la proximidad al Danubio y las numerosas atracciones locales. El turismo, aunque no se convierta en el principal medio de vida de los pueblos del Danubio, podría ser una de las cosas que los revitalice. Existe un gran potencial, y no solo en el ámbito del turismo cultural, ecológico, de aventura y enológico; aquí hay mucho más que añadir. Pero hace falta gente con ideas para soñar y desarrollar sus planes, de modo que también puedan cambiar la cara de los lugares a lo largo del Danubio."
Traducido y publicado por Borislav Todorov
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