El ministro del Interior, Atanas Ilkov, y su homólogo rumano, Catalin Predoiu, levantarán simbólicamente la última barrera fronteriza entre los dos países en el primer minuto del Año Nuevo en el paso fronterizo del "Puente del Danubio", cerca de Ruse-Giurgevo. De esta forma, marcarán la plena adhesión de ambos países al espacio Schengen de libre circulación y la supresión de los controles en las fronteras terrestres interiores. A finales de 2024 todas las personas y vehículos que pasan por el puesto de control fronterizo del Puente del Danubio están sujetos a una inspección obligatoria del 100%. A partir de 2025 los automóviles de pasajeros que viajan hacia Rumanía pagarán una tasa de "puente" en el lado búlgaro, luego cruzarán el puente y en el lado rumano solo una parte mínima de ellos estará sujeta a control fronterizo mediante el método de "análisis de riesgo". El movimiento será el mismo en la dirección opuesta.