El 12 de febrero, en el acogedor espacio de la Galería Bulgaria, en el corazón de Roma, búlgaros e italianos se reunirán para recordar al curandero búlgaro que con su perseverancia y su dedicación consiguió cambiar la vida de miles de personas. Su descubrimiento del tratamiento del parkinsonismo con la hierba belladona es uno de los logros más significativos de la historia de la medicina búlgara. Esto ha inspirado a los niños de la Escuela Dominical “AzBuki”, en Roma y Colleferro, a crear un documental sobre Iván Raev, recordado en Italia como el inventor de la cura búlgara.

La película está disponible en YouTube, así como a través de un código QR en los materiales promocionales del evento en la Galería Bulgaria. También está prevista una exposición y la presentación de un libro, a lo que se sumará la interpretación en vivo de la canción popular búlgara “Okol Pleven”, favorita de Iván Raev, por los estudiantes invitados de la Universidad de Plovdiv. Así nos lo cuenta Mariola Georgieva, directora de la escuela dominical apoyada por la Asociación Cultural Asen e Iliya Peykovi en Roma.

En una entrevista para Radio Bulgaria, Mariola Georgieva nos habla de la vida de Iván Raev, y los cabos que los niños búlgaros de Italia intentaron atar buscando documentos de archivo en los pueblos cercanos a su lugar de nacimiento, y en Italia. Tanto los viajes de investigación, así como la realización de la propia película, han sido posibles gracias a dos programas del Ministerio de Educación que apoyan a las escuelas búlgaras en el extranjero: “Las historias no contadas de los búlgaros” y “Bulgaria - Rutas educativas”.

“Se cruzaron los caminos de los dos proyectos. En nuestro viaje a Bulgaria visitamos las ciudades de Sopot y Shipka, lugar donde, además del gran escritor renacentista Ivan Vazov, nació este otro gran hombre, poco conocido para los propios búlgaros, pero más conocido para los italianos: el sanador Ivan Raev. Ese mismo año se reeditó en Italia un libro sobre su vida, lo que nos motivó más aún a investigar, y a rebuscar en los archivos de las bibliotecas”, cuenta la directora de la escuela. Desgraciadamente, los documentos y objetos que encuentran son escasos, pero la satisfacción del trabajo realizado es grande. “Este ha sido un trabajo de investigación hecho por y para niños. Ha sido un gran éxito y es un gran orgullo para nosotros y para ellos”, afirma Georgieva.

“Tuvimos en nuestras manos una carta original del rey italiano Víctor Manuel dirigida al curandero búlgaro, y restos de regalos que le envió, que fueron entregados a la casa-museo de Shipka. También vimos las cajas originales que él utilizaba para distribuir y vender la hierba medicinal con la que curaba a los enfermos. Realmente es muy poca la información que queda acerca de él como persona: una o dos fotos y ya. Desde luego, queda mucho trabajo por hacer”.

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Según Mariola Georgieva, no existe ningún lugar concreto en Roma que se asocie al paso de Ivan Raev por Italia. Ella misma ha consultado con el Ayuntamiento la posibilidad de colocar una placa conmemorativa allí, pero no recibió información acerca de la estancia del curandero en la región. Sólo contamos con la suposición de que, al haber sido invitado por la reina Helena de Saboya, el sanador se debió de alojar probablemente en el palacio, donde se pierde su rastro.

Autor: Elena Karkalanova

Versión en español: Alena Markova

Fotos: Mariola Georgieva

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