El director Marco Gandini y “Falstaff” en la Ópera de Sofía

Publicado el 04/03/25 12:10

Foto: Archivo personal

El 27 de febrero, la Ópera de Sofía levantó el telón para un brillante estreno de “Falstaff”, la última ópera de Giuseppe Verdi. Días antes del estreno, el reconocido director italiano Marco Gandini concedió una entrevista para Radio Bulgaria.

La experiencia del maestro Gandini con "Falstaff" abarca un total de cuatro producciones. La primera se remonta a 2010 en la Ópera de Roma, seguida de una producción en Tokio con una compañía japonesa, que se convirtió en todo un acontecimiento. Su éxito fue tal que la obra se representó poco después en el Teatro de la Maestranza de Sevilla.

En Sevilla, Marco Gandini conoció al barítono búlgaro Kiril Manolov, cuya interpretación de Falstaff fue extraordinaria. La tercera producción del director fue en colaboración con la Orquesta del Festival de Budapest. Ahora, en Sofía, presenta su cuarta y más reciente puesta en escena de Falstaff, una producción especialmente significativa para él, ya que reúne toda la experiencia adquirida en las anteriores.

Marco Gandini se encuentra en Bulgaria por segunda vez tras la puesta en escena el año pasado de la ópera Medea de Cherubini, que dirigió por primera vez en el país. Ante la pregunta de cómo se sintió entonces y cómo se siente ahora, responde con una sonrisa:

"¡Me siento muy bien! Fue un gran honor escenificar Medea, una ópera tan emotiva y compleja, en el Teatro Nacional de la Ópera de Sofía. Estoy muy agradecido al maestro Plamen Kartalov por haber confiado en mí para esta importante producción y debut.

Mi sensación ahora, tras el éxito de Medea, es que somos como una familia. Agradezco el trabajo del equipo escénico, de los técnicos, del coro y de la orquesta dirigida por el maestro Grigor Palikarov, con quien ahora somos verdaderos amigos. Es uno de los directores búlgaros más distinguidos; me encanta su trabajo, su musicalidad... su honestidad. Compartimos el mismo amor por la música".

En sus 40 años de carrera, Marco Gandini ha trabajado con numerosos artistas búlgaros y recuerda con placer y respeto a los grandes cantantes de Bulgaria que ha conocido en los escenarios de todo el mundo. La primera y más importante es Raina Kabaivanska, a quien dice llevar siempre en el corazón. A principios de los años 90, se conocieron en una histórica producción de Tosca, una experiencia que dejó una huella imborrable en él.

Igualmente inolvidable para el director fue también Tosca en la Ópera de Roma, en la que coincidió con Kabaivanska y Pavarotti. Gandini menciona con entusiasmo sus encuentros con Svetla Vasileva, Sonya Yoncheva y su querido amigo Orlin Anastasov. También destaca la grandeza de Guena Dimitrova, a quien considera asombrosa en los años ochenta y, sobre todo, en los noventa en Italia. Se atreve a afirmar que óperas como Turandot, La Gioconda, Tosca y Nabucco nunca han tenido una mejor intérprete que la soprano búlgara.

Su último recuerdo es para Nikolai Giaurov, con quien trabajó en tres ocasiones, todas ellas en La Bohème junto a Mirella Freni.

“El maestro Giaurov era increíble, una especie de chamán que cautivaba a todos con su voz única. Lo que más llamaba la atención de él era, por supuesto, su voz, ¡pero también su gran modestia! Era muy modesto, una cualidad que prácticamente ha desaparecido entre las llamadas grandes estrellas de hoy en día”.

En una rueda de prensa en Sofía, Marco Gandini elogió a los cantantes de ópera búlgaros con los que trabaja actualmente.

“Para esta edición de Falstaff, contamos con dos conjuntos de canto excepcionales”, afirma Gandini sobre las voces búlgaras contemporáneas que el público escuchará en su nueva producción. Destaca que Falstaff es una ópera especialmente difícil desde el punto de vista musical, no tanto vocalmente, sino en términos de precisión rítmica y calidad del fraseo.

“La dirección del teatro ha elegido al mejor cantante para cada papel. Esto hace que la compañía sea magnífica, incluso los intérpretes de los papeles más cómicos son realmente fenomenales. Nos reímos todo el tiempo, porque cada vez hacen algo diferente, así que es pura alegría verlos”.

Lo que más le ha llamado la atención a Marco Gandini de la formación de voces búlgaras es el peso específico de las voces.

"Eso es lo que me encanta", dice Gandini. "Me encanta no sólo oír la voz, sino también sentir esa presencia en mi cuerpo".

Traducido y publicado: Borislav Todorov

Fotos: archivo personal, BTA, operasofia.bg

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