La comida tradicional es una parte indisoluble del sistema búlgaro de ritos. Hace más de un siglo en el calendario de la aldea búlgara los alimentos con carne eran algo raro, se servían 4 o 5 veces al año: en Navidad, el día de san Jorge, el día de los santos Pedro y Pablo y en la fiesta de san Nicolás. Por otro lado, la preparación de un korbán se ha convertido en una característica típica para todo el territorio étnico búlgaro y para todas las comunidades búlgaras independientemente del lugar donde se encuentren.

La tradición se ha conservado sobre todo para el korbán que se reparte en las fiestas de los patronos de iglesias y monasterios. A diferencia del korbán en la tradición musulmana, los cristianos ortodoxos en Bulgaria y en Macedonia del Norte y en algunas regiones en Serbia y Grecia, no reparten la comida, sino que deben compartirla, es decir el korbán se consume mientras las personas estén juntas. 

“Los korbanes rituales en los Balcanes se remontan a la temprana Antigüedad, pero la matriz del korbán está en el cristianismo temprano, son los platos que se sirven después de la liturgia y que la comunidad consume mientras todos estén juntos, estos platos se denominaban “agapia” (amor). En el momento en el cual se comparte la comida del korbán los vivos y los muertos están a la misma mesa. Es importante señalar que cuando la comida se sirve en el mismo lugar, la reunión entre los vivos y los muertos crea una tradición que se repite y que se mantiene viva cada año”, explica el Prof. Petko Hristov del Instituto Etnográfico adjunto a la Academia de Ciencias de Bulgaria quien estudia la tradición del korbán en Bulgaria y entre las comunidades búlgaras en el extranjero. 

“La propia participación en el rito hasta hoy en día muestra que somos parte de esta comunidad local. Es muy interesante que hace 200 años, cuando después de la guerra de Crimea muchos búlgaros huyeron a las estepas en el sur de la actual Ucrania, o sea los búlgaros y los gagausos en Besarabia, Ucrania y Moldavia, ellos llevaron consigo la práctica de sacrificar animales para el korbán. A diferencia de todos los demás cristianos cerca de ellos, ellos siguen preparando esta comida ritual con motivo de las fiestas de sus templos y de consumirla juntos. Allí esto se ha convertido en una marca búlgara, es decir los búlgaros y los gagausos son las únicas personas que preparan korbanes allí”.

“Korbán es la dominación en el Viejo Testamento para el sacrificio que hizo Abraham y es una palabra del idioma de Cristo, el arameo”, agrega el Dr. Petko Hristov para Radio Bulgaria. Hay distintas maneras y recetas para prepararlo. Habitualmente se sacrifica un cordero o una oveja en otoño. Puede ser un ternero, cuando se preparan grandes korbanes en los monasterios. La regla es que esta comida se consume en presencia de todos ya que el korbán es una importante parte del proceso ritual. 

“El sacrificio se hace en honor de santo protector en algunas regiones en Bulgaria. Cada familia tenía un santo que protegía el hogar y la familia, así como la tierra que labraban. En el campo, habitualmente hay una cruz ritual y en invierno el rito se ejecutaba en casa, mientras que, en verano se hacía al lado de la cruz ritual, invitando a toda la aldea allí”.

El científico cita un ejemplo que ha visto personalmente. En la cumbre Cruz de san Pedro, la parte más alta del campo de Sofía, cerca de la ciudad de Dragomán, con motivo de un korbán se reúnen personas de nueve aldeas. 

“El sentido de esto es demostrar para sí y para los demás la identidad local con el lugar natal, continúa el Dr. Hristov. Esto se puede ver hasta hoy en día en las aldeas deshabitadas en Bulgaria, en Macedonia del Norte y en el este de Serbia. En las aldeas donde no hay ni un habitante, incluso si la aldea ha desaparecido, las personas se reúnen allí el día de la fiesta de la iglesia, organizan una reunión y preparan un korbán. Al día siguiente las personas ya no están allí, pero mediante la tradición del korbán ellos muestran que todavía son una comunidad y que están juntas”. 

La comida ritual no es solo comer y beber, el sentido es mucho más profundo, es decir esta reunión y el sacrificio muestran que la comunidad local se reconstruye cada año: 

“Mirando hacia los ciclos en el calendario de la aldea búlgara de la Postmodernidad, vemos que no son muchos los motivos que reúnen a las familias, incluso las que están esparcidas y el korbán es uno de estos importantes momentos”, cuenta el Dr. Hristov quien llevó a cabo sus observaciones en el marco del proyecto La diáspora en movimiento, financiado por el Fondo de estudios científicos, adjunto al Ministerio de Ciencia y Educación.

Redactora Guergana Máncheva 

Traducido y publicado por Hristina Táseva 

Fotos: BTA, BGNES, Guergana Máncheva, kostinbrod.bg, bulgarianontheroad.com, bansko.bg, archivo