La idea que la gente tiene de la caza en la mayoría de las veces se asocia con abatir a animales y aves, la posesión legal de un arma, un pasatiempo insensato o una manifestación obsoleta de virilidad. Para cierta categoría de búlgaros, empero, la caza es reunirse con amigos, aproximarse a la naturaleza, es una forma de olvidar los problemas y hasta a la media naranja. De modo que, no por casualidad en Bulgaria el comienzo de la temporada de caza cada año se convierteen una fiesta para miles de hombres. Este año la apertura es el 13 de agosto.
Además de emociones agradables, escapada de la cotidianidad de la vida y alta adrenalina, para los cazadores búlgaros ir de caza significa cuidar del bosque y de la fauna cinegética. Invierten esfuerzos y dinero para alimentar a los animales silvestres, además participan en la extinción de los incendios que anualmente reducen a cenizas centenares de hectáreas de bosques. También cada primavera organizan repoblación forestal en diferentes regiones del país.
Según la Asociación Nacional de Caza y Pesca, en Bulgaria el derecho de cazar lo ejercen más de 120 mil personas. Gracias a su actividad orientada a la protección del medio ambiente, las poblaciones de caza mantienen su nivel y diversidad. En los últimos 4–5 años en algunas especies hasta se observa cierto aumento.
El aumento oscila entre el 4 y el 10% para las diferentes especies de animales silvestres –dice Iván Petkov, presidente de la Junta Directiva de la Asociación Nacional de Caza y Pesca “Unión de cazadores y pescadores de Bulgaria”– . El número de los jabalíes, que son objeto principal de la caza, se mantiene en su nivel, sobre todo en sus hábitats típicos. Diría que su población es muy alta en la porción media de la Cordillera Balcánica (cerca de las ciudades de Lovech, Troyán, Sevlíevo y Veliko Tárnovo). Debido al Programa Nacional para el Desarrollo Sostenible de las Reservas de Fauna Cinegética, que funciona desde hace 11 años en la Asociación Nacional, también se mantiene en sus límites naturales el número de fauna cinegética menor local. Lo mismo se refiere a la perdiz en el sur de Bulgaria y al faisán de caza, en el norte. Pese a los tiempos difíciles para el país, los cazadores lo dan todo de sí para mantener el equilibrio en las especies básicas de caza.
Para tal fin, los cazadores búlgaros no son financiados por el Estado ni reciben subsidios europeos. No obstante, la Unión de Cazadores invierte en la naturaleza búlgara cerca de 4 millones de euros al año para la repoblación de faisán común, perdiz y pato semisalvaje, un total de alrededor de 150 y 200 mil aves. De modo que, la caza no es simplemente un viaje del cual volver con otro trofeo más, sino, ante todo, responsabilidad hacia la conservación de la naturaleza y las poblaciones.
A pesar de su dedicación y cuidados, los cazadores se enfrentan a bastantes problemas como, por ejemplo, la caza furtiva, contra la que llevan luchando años. En muchas zonas se conoce incluso a las personas que violan la ley pero sus nombres se callan. El Estado ha abdicado, y las inspecciones para comprobar si los cazadores tienen permisos de cazar parece que no son suficientes.Otro problema es la captura de animales salvajes vivos de las zonas comunes de caza para encerrarlos en fincas privadas donde seudocazadores les fusilan, literalmente. Con este motivo, en 2015 miles de cazadores de todo el país bloquearon el centro de Sofía reclamando que se ponga fin a la destrucción indiscriminada de la naturaleza.
Los cazadores esperan que las enmiendas a la Ley de Caza y Protección de la Fauna Silvestre, que el Parlamento debería aprobar en septiembre, al fin regulen estrictamente el derecho a caza. Es necesario, asimismo, ejercer mejor control de la fauna cinegética, así como normas claras en materia de delimitación de las zonas de caza. Sin embargo, hasta septiembre todavía hay tiempo; mientras, los aficionados a la caza pueden disfrutar de su pasatiempo favorito.
Iván Petkov les dirige el siguiente mensaje:
La temporada de caza llega con sus sorpresas y desafíos. Buena suerte a todos los cazadores. Seamos responsables a la hora de cazar, cumplamos las leyes del país y no cometamos violaciónes durante las expediciones de cacería. Deseo a los cazadores búlgaros llevar en el corazón el amor a nuestra naturaleza y trabajar para conservar su riqueza de fauna silvestre que nos legaron nuestros antepasados. 118 años ya la Asociación Nacional sigue su ejemplo y lo da todo para que esta riqueza quede intacta para las generaciones venideras.
Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: BGNES y wikipedia.org
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