Me encanta volar, dice Svetlín con una sonrisa, y carga de energía al público mientras habla de sus viajes por Bulgaria junto con su dron. Desde pequeño, el joven se interesó por la fotografía, y hace unos años empezó a tomar imágenes también con un dron. Al público le sorprenden las increíblemente bellas imágenes que Svetlín presenta. Él mismo nos habla del principio de esta hermosa experiencia:
Mi primer recuerdo es que cuando era pequeño mis padres me dieron una cámara de fotos para fotografiar los pinos del bosque y todos se maravillaron del resultado. Tal vez querían animarme porque era un niño, pero yo les creí y seguí en esa dirección. Siempre me ha parecido interesante captar cosas y mostrar el mundo a través de mis ojos. Llevo cuatro años usando drones.
En la página web de Svetlín encontramos bellas imágenes de toda Bulgaria.
Cuando se ve desde el otro lado parece fácil, pero uno debe ser responsable. Hay situaciones complejas cuando se vuela sobre personas o zonas pobladas. El dron, al fin y al cabo, es una máquina, y aunque la persona lo controla, siempre puede haber alguna sorpresa, explica el fotógrafo.
El joven nos aconseja seguir nuestro corazón, porque nos guiará por el camino de la felicidad y el éxito.
Versión en español por Marta Ros
Los silvicultores en Bulgaria llevan un siglo organizando la Semana del Bosque. Un concierto titulado Un siglo de la eternidad, que tendrá lugar el 7 de abril, inaugurará oficialmente las iniciativas dedicadas a los pulmones de la Tierra. Se..
Antoni Kurti vive en Golemo Osteni, una de las aldeas en la región de la provincia histórico-geográfica de Golo Brdo, en Albania. Él tuvo la amabilidad de mostrar al equipo de Radio Bulgaria los bellos rincones de la aldea, les presentó algunos..
Las personas liberan cada vez más espacio para las tecnologías que gestionan hábilmente y tienen bajo su control. En este espacio compartido a pasos rápidos se instala la inteligencia artificial. IA, como solemos denominarla entra en los últimos años..
Hace 20 años en la escuela búlgara Danubio en Linz, Salzburgo y Welz había apenas 6 niños, mientras que hoy en las tres sucursales hay siete profesores..