“Sentimos inseguridad por el mañana, por las cuentas de electricidad, no sabemos si lograremos contratar personal y cuáles serán las nuevas medidas del poder contra la proliferación del virus”, en estos términos Malín Bístrin, presidente de la Unión del Empresariado Turístico en Bansko, ha comentado la situación que afronta el sector. 

En pleno auge de la cuarta ola epidémica el sector turístico en Bansko, uno de los más importantes centros de montaña búlgaros, se prepara para una nueva temporada marcada por el coronavirus. “Llevamos ya dos años en situación epidémica y el Estado todavía no tiene diseñado un plan que esboce nuestras acciones en una determinada situación”, dice Malín Bistrín, y agrega que a estas alturas nadie puede prever cómo evolucionará la crisis entorno al coronavirus, si habrá cierre y medidas restrictivas adicionales para el empresariado. 

Lo novedoso este año son las vacunas y el requisito de poseer certificado verde. Gracias a estos requisitos los centros de invierno en Europa abren sus puertas para los turistas. Los centros de esquí búlgaros también abren, Bansko incluido, con el compromiso de acatar estrictamente las medidas antiepidémicas. “El 50% de los empleados en Bansko está vacunado. El 99% de mi personal en concreto se ha inmunizado y gracias a esto trabajamos muy exitosamente”, dice Bístrin.

“Estoy a favor de estos certificados y de un mayor número de vacunaciones porque de esta manera tenemos la posibilidad de restablecer paso a paso el turismo, es decir la libre circulación de los ciudadanos para que puedan visitar distintos países. Estas medidas tranquilizarán a los visitantes de nuestro centro de invierno y a todos los turistas que visitan Bulgaria en general”. 

Las reservas que ya están en marcha constituyen un rayo de esperanza después de dos temporada difíciles para Bansko. En los próximos meses el sector cuenta sobre todo con los turistas búlgaros que durante el año pasado predominaban en el centro de invierno. Aparte de ellos se espera la llegada a Bansko de los visitantes tradicionales de los países balcánicos y de Gran Bretaña. Hay gran número de reservas de Israel, existe interés en Rusia ya que Bulgaria ha reconocido la vacuna rusa Sputnik V. 

En estos momentos se depositan grandes esperanzas en los países del centro de Europa cuyas economías no están en crisis. “Se trata de los turistas de la República Checa, Polonia, Eslovaquia que nos visitaron el año pasado y valoraron Bansko como un centro turístico de excelentes pistas y precios abordables y este año esperamos su visita”, afirma Malín Bístrin. 

Sin embargo, parece que prevalecen los problemas relacionados con la falta de previsibilidad. Entre éstos están los precios de la electricidad y de los combustibles que no dejan de crecer. “Los precios deben ser elevados al menos un poco para que podamos sobrevivir”, reconoce Bístrin, y agrega: 

“Estamos a la espera de nuestros huéspedes. Nuestros hoteles son cálidos y las chimeneas están encendidas. Los contadores eléctricos funcionan y en realidad pagamos unos gastos sin saber si tendremos ingresos y si trabajaremos. Además, afrontamos dificultades por la falta de personal. La inseguridad de apodera de los profesionales jóvenes y de los ya experimentados. Tenemos casos de cocineros o recepcionistas con experiencia que se han formado con nosotros durante varios años y nos dicen: “Prefiero trabajar como chofer de camión pero tener seguridad. El centro turístico se cierra y se abre, nos supervisan miles de instituciones, nos multan y nosotros desconocemos los cambios se han operado”. 

Los centros de invierno inaugurarán la temporada de invierno sin el requisito de presentar certificado verde y usar mascarillas protectoras en la región de los teleféricos y las zonas para esquiar. En Bansko y en otros lugares ya se está debatiendo el aumento de los precios de las tarjetas para las instalaciones que probablemente cuesten unos 50 euros al día.

Versión al español de Hristina Taseva 

Fotos: archivo, Pixabay, banskoski.com