Una serie de proyectos e iniciativas en Bulgaria proclaman los llamados “viajes lentos”, con una huella mínima de carbono y que son amigables para con el medio ambiente y las comunidades locales. “La gente desea trabajar con una causa porque esto le hace sentirse útil. Esta es una de las razones por las cuales hemos comenzado a ofertar las llamadas “excursiones con una causa” que están orientadas a la preservación de la naturaleza búlgara”, dice Svetoslav Velkov, director de un operador turístico en la capital especializado precisamente en este tipo de viajes poco estándar.
Para este fin en el precio del paquete turístico de la respectiva excursión está incluido un donativo que el operador turístico transfiere a una organización ecológica local. Los medios que se recaudan de los turistas son más bien simbólicos y popularizan distintas causas, reconoce Svetoslav y agrega: “Las personas que viajan con nosotros están dispuestas a pagar medios adicionales para la protección del medio ambiente, aunque no lo hacen de manera directa donando a las empresas ecológicas, sino a un operador turístico que después distribuye estos medios”.
Hasta el momento varias iniciativas han sido financiadas de esta forma. Entre ellas está la elaboración de tableros informativos en el parque natural de Belasitsa, el apoyo al proyecto de cría de tortugas de orejas rojas en un club universitario, la financiación de iniciativas del Fondo Flora y Fauna Silvestres, etc.
Las excursiones con causa no tienen solo un objetivo meramente financiero. A juicio de Svetoslav, lo más importante es que gracias a éstas los turistas aprenden más sobre la naturaleza:
“Habitualmente los destinos que ofertamos son menos concurridos y deben ser popularizados. Ayudamos a los vecinos de estos lugares a que se sientan más seguros en los servicios que ofrecen y que tengan la autoestima de que su oferta es original. Los turistas observan aves y otros animales salvajes, se familiarizan con las costumbres y la cultura de la gente local y así los vecinos de una determinada región se dan cuenta de que deben conservar sus riquezas naturales y desarrollarlas exitosamente como un producto turístico”.
La isla de Persina, en el río Danubio, es uno de los destinos con causa que compaginan de una manera muy interesante la historia y la naturaleza. Los turistas llegan aquí sobre todo para observar las aves, entre las cuales hay una gran colonia de pelícano ceñudo.
“Pronto organizaremos una excursión con causa a la ciudad danubiana de Tutrakan y la aldea de Nova Cherna donde los turistas podrán probar el plato kachamak, preparado según las recetas locales. Hemos organizado excursiones al desfiladero de Kresna donde hay una gran diversidad de aves y plantas. Habitualmente nuestros guías son ecólogos locales que conocen la región y la presentan ante los visitantes de una manera muy detallada. El mensaje que enviamos a las personas es que mantengan vivo su interés por la naturaleza porque conociéndola bien podrán cuidarla y preservarla mucho mejor”, termina diciendo Svetoslav Velkov.
Versión al español de Hristina Táseva
Fotos: Svetoslav VelkovNo hay habitante del pueblo de Velichka, en el noreste de Bulgaria, que no conozca los dos robles seculares que forman parte del patrimonio natural de la localidad. Los árboles pertenecen a la especie Quercus spp.. En 1990, se vallaron..
Los premios del concurso "Cabañas del año", una iniciativa conjunta de la revista 360Mag y la Unión de Turismo de Bulgaria, fueron entregados en una ceremonia en la Casa del Cine de Sofía. En la campaña participaron más de 100 cabañas y refugios de..
Las coronas rocosas, que se yerguen sobre el río Rusenski Lom y sus afluentes - Beli Lom, Cherni Lom y Mali Lom - son un auténtico imán para los amantes de la naturaleza y para aquellos que buscan la adrenalina. La región entera es conocida como..
La República Popular China introduce un régimen de exención de visado para los viajeros titulares de pasaportes búlgaros ordinarios por motivos de..