Hoy, 25 de marzo, apagamos las luces durante una hora para apoyar al planeta, pero al mismo tiempo arrojamos luz sobre el problema de los limitados hábitats de las especies silvestres en Bulgaria. Como parte de la campaña mundial de la Hora del Planeta, la organización ambiental WWF en Bulgaria lanza una iniciativa para restaurar las poblaciones de lince y esturión del Danubio en las tierras búlgaras, llamada "Hogar común. Futuro común".
Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los grandes carnívoros en Bulgaria es su necesidad de grandes territorios y la necesidad de conectividad entre sus hábitats, que no siempre se encuentran dentro de las fronteras de un solo país. Para hacer frente a este problema, los ambientalistas están tomando iniciativas para designar nuevos territorios con distintos grados de protección, ya que los parques y las reservas naturales sólo ocupan actualmente el 5% del territorio búlgaro. De este modo, conectarán los hábitats fragmentados y crearán las condiciones para el regreso de especies extintas hace mucho tiempo en las tierras búlgaras.
El lince, una leyenda en el reino búlgaro forestal

El lince fue antaño una especie esencial en estas latitudes. Se considera extinto en Bulgaria desde 1941, cuando fue matado el último lince balcánico registrado oficialmente en el país.
No menos preocupante es la situación con los dinosaurios del Danubio, los esturiones, que corren gran peligro de extinción.

El corriente inferior del río, en la frontera entre Bulgaria y Rumanía, alberga las últimas poblaciones de esturión de reproducción natural en la Unión Europea. Tras haber sobrevivido durante los últimos 200 millones de años, ahora se enfrentan a una serie de amenazas que bloquean sus rutas migratorias y destruyen sus zonas de desove.
Por eso, esta primavera la mayor iniciativa mundial dedicada a la conservación del planeta -La Hora del Planeta- estará marcada en Bulgaria por los esfuerzos de la organización WWF para restaurar los hábitats.
Fotos: Facebook/WWFBulgaria
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